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miércoles,
03 de
agosto de
2005 |
Pagaba a menores para
satisfacer su sadismo
Tiene 30 años. Azotaba con cables o varillas de mimbre a chicos a los que les daba entre 50 y 120 pesos
Un joven empleado de 30 años fue arrestado en un departamento del macrocentro acusado de entregarles dinero a dos adolescentes a cambio de que se dejaran azotar con varas, cinturones y cables, elementos que fueron incautados en el lugar. El agresor, a quienes los menores contactaron a través de un cíber, quedó detenido en la comisaría 5ª a disposición de un juzgado correccional que por el momento lo imputó de lesiones dolosas. En este sentido, fuentes policiales aseguraron que no se constataron lesiones que indiquen que los menores hayan sufrido algún tipo de abuso sexual.
El accionar del presunto sadomasoquista fue denunciado por la madre de uno de los chicos, de 14 años, quien vive en barrio Parque. La mujer, de 47 años, relató en la seccional 5ª que el sábado le había dado permiso a su hijo para ir a almorzar y pasar el día con un amigo. Pero como demoraba, salió a buscarlo. La madre averiguó que su hijo había estado en un cíber céntrico, por lo que infirió que el chico tenía dinero. Eso le llamó mucho la atención, porque ella en ningún momento le había dado plata.
Fue así que, cuando el menor regresó, la mujer le preguntó adónde había estado y de donde había sacado la plata. Entonces, según la denuncia, el chico le contó que hacía un mes había conocido, a través de un amigo de 15 años, a un hombre que les daba dinero para hacer "masoquismo". Según dijo el chico a su madre, el amigo se había relacionado con este hombre a través de otro adolescente que lo había conocido chateando por internet.
Según la mujer, este hombre convocaba a los dos chicos a un departamento de Corrientes al 2100 donde les hacía cambiar de ropa. Los menores se ponían pantalones cortos, se ubicaban contra la pared y el joven los azotaba con una vara, un cinto o un cable con nudos en sus puntas. El hijo de la denunciante le dijo que había concurrido allí cuatro veces y que había recibido entre 50 y 70 pesos, a excepción del viernes pasado, que el supuesto sádico le dio 120 pesos porque le había pegado "azotes dobles". El chico dijo haber recibido 18 cintazos en su cuerpo.
A esta altura del relato la mujer estaba por demás de impresionada. Hizo desvestir a su hijo y comprobó que tenía "terribles moretones en la pierna y en la nalga derecha". Sin embargo, el menor le aseguró que no había en juego sexo ni drogas.
Un cinto, una varilla y cables
Por orden del juzgado Correccional Nº9, la policía allanó el departamento del joven denunciado, quien se entregó sin ofrecer resistencia. En la vivienda se incautaron un cinto negro de cuerina de 4 centímetros de ancho con hebilla marca Lewis; una varilla de mimbre de un metro, un tramo de cable de viendo de 80 centímetros, un cable de teléfono y otro doble con nudos y fichas en un extremo, ambos de 1,20 metro.
El detenido, quien sería empleado de una empresa de insumos informáticos, fue identificado como G.M. y no cuenta con antecedentes. Fuentes policiales indicaron que mide aproximadamente 1,70 metro y estaba bien vestido. Lo calificaron como "muy educado", al tiempo que describieron su morada como "un lindo departamento, de una persona que aparentemente tiene un buen pasar". Asimismo, el titular de la comisaría 5ª, Jorge Acosta, aclaró que, tras presentarse antes el juez correccional Héctor Núñez Cartelle, el acusado siguió preso en esa seccional "separado del resto de la población del penal".
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