Endeble. Una casa de Rioja al 1000 tiene en vilo a los linderos, que alertan sobre un posible desmoronamiento

Temor en el microcentro por una casona en peligro de derrumbe

Un informe del municipio afirma que la estructura podría "colapsar". Otro caso de inmuebles en mal estado

Claudio González / La Capital

Una vieja casona deshabitada y abandonada del microcentro con serios riesgos de derrumbe y permanentes desprendimientos de revoque tiene atemorizados a comerciantes y vecinos de la zona de Sarmiento y Rioja. La situación, denunciada por linderos y verificada por la Municipalidad, se suma a la lista de inmuebles en mal estado que presenta el microcentro, algunos ya apuntados en distintas notas de este diario (ver infografía). Un microcentro al que, si se mira para arriba o se le presta atención, presenta otra cara, distinta a la de las fachadas de los comercios.

Esta vez se trata de una construcción que se levanta en Rioja 1079, consta de tres plantas y tiene un local en su parte inferior. Aunque desde el exterior aparenta cierto mantenimiento, el panorama cambia radicalmente al observar las paredes internas linderas a varias propiedades que la rodean. El revoque de los pisos superiores que cae sistemáticamente sobre los techos vecinos deja ver varias grietas profundas y fisuras pronunciadas en los muros de más de 8 metros, malezas que crecen en las paredes, ventanas sin vidrios y un patio en total estado de abandono.

Es más, una inspección del personal municipal solicitó recientemente "una intervención inmediata en dicha edificación" porque, de no ser así, la estructura "podría colapsar parcial o totalmente".

"Esto representa un peligro inminente, se viene abajo en cualquier momento. Además del daño material que causa la caída de revoque, un posible derrumbe de las paredes pondría en juego la vida de decenas de personas por el efecto en cadena sobre los otros locales", se quejó José Luis Bedoya, dueño de un negocio ubicado en Sarmiento al 900, desde cuyo fondo se puede comprobar la gravedad del caso.

Luego de los reiterados reclamos de Bedoya -con cartas documento a la Intendencia e intimaciones a los dueños- personal del departamento de Obras Particulares realizó el 28 de julio una inspección del lugar. Si bien el informe técnico deja en claro que "para determinar el riesgo real es necesario realizar un estudio más profundo e integral a cargo de peritos especializados", es contundente sobre la magnitud del peligro que representa.

"Dado el deterioro constatado, la gran cantidad de revoques caídos, y el crecimiento de arbustos cuyas raíces provocan desprendimientos mayores, se recomienda una intervención inmediata en dicha edificación, ya que, de no ser así, la estructura podría colapsar parcial o totalmente", argumentaron los profesionales.

A la vista de los peatones que transitan por Rioja, el inconveniente no se percibe. La fachada tiene una pintura prolija (del bar que funcionaba en la planta baja), y solamente los balcones que se erigen en la planta alta muestran cierto deterioro en su parte inferior por la caída de mampostería que deja ver las vigas de hierro. El local está totalmente sucio y al final se distingue un patio con las malezas crecidas.

Esta imagen se repite en varios locales céntricos y casas abandonadas del macrocentro de la ciudad, cuyas estructuras evidenciaron en varios casos serios daños.

Con fecha 28 de julio el departamento de Asesoría Legal de la Municipalidad cursó una nota a Carlos Alberto Daminato, propietario del inmueble, donde se le informó sobre la constatación del deterioro y se lo intimó "para que en forma inmediata proceda a realizar los trabajos necesarios a fin de eliminar los riesgos existentes".

Pero La Capital pudo comprobar que hasta ayer no había obreros realizando tareas tendientes al apuntalamiento o contención de las muros que presentan mayor riesgo de derrumbe, "a pesar de que la estructura presenta un estado de abandono que se remonta a varios años", dijeron los comerciantes.

De producirse un desmoronamiento repentino de las paredes, se generaría un efecto dominó, que ocasionaría daños importantes en el local ubicado en la esquina de Sarmiento y Rioja, y por defecto en los otros de Sarmiento 925 y 927, con el consiguiente riesgo para las personas que allí trabajan.

Según Carmen Daminato, hija del propietario de la casa, "ya se realizaron todas las diligencias correspondientes ante la oficina de Obras Particulares y se designó un arquitecto para que en los próximos días comiencen las obras".

Para los comerciantes de la zona, la situación es preocupante y piden una urgente solución. Pero no son los únicos perjudicados, en el micro y macrocentro de la ciudad hay cientos de viviendas en las mismas condiciones que requieren una inmediata intervención técnica.

El deterioro de las paredes se percibe desde una casa lindera. Así puede verse una imaportante rajadura a lo largo de la estructura.