Gente que busca gente. Gestores promueven estos vínculos amorosos

Las parejas estables quieren amantes

Según una especialista en contactos, este año aumentaron las relaciones basadas en la infidelidad

Pablo Procopio / La Capital

Delivery de amantes. Así podría denominarse a la actividad que deriva del pedido de relaciones de pareja informales; una situación que en Rosario tiene un permanente crecimiento y ha hecho mermar la búsqueda de parejas tradicionales. Mujeres y hombres solos, casados o en concubinato, quieren cada vez con mayor frecuencia tener una relación paralela para salir de la rutina y vivir nuevas experiencias. Por eso, no dudan en recurrir a gestores.

Desde hace aproximadamente dos años, la especialista en contactos, Olivia Grey, no para de atender llamados de personas de ambos géneros que solicitan un amante. Así, de acuerdo al perfil del cliente y sus necesidades, presenta la compañía buscada.

Con la terminología de una verdadera profesional del rubro, se anima incluso a marcar diferencias. "Los amantes se subdividen en varias ramas", asegura. Y, de este modo, repasa estas particularidades.

"Está el hombre (o mujer) libre soltero o divorciado que quiere ver qué pasa con una nueva aventura; no necesita nada serio", remarca y hasta repite alguna frase que los interesados suelen decir en estos casos: "Es para salir el sábado; si pasa algo, bárbaro; si no, está todo bien".

Otra de estas subdivisiones corresponde a la de los hombres casados que solicitan relaciones informales. "En ese caso se trata de una novia a escondidas que frecuenta de vez en cuando", comenta Grey.

Y, finalmente, hace referencia a las relaciones estrictamente ocasionales. "Los empresarios que llegan de afuera, se alojan en hoteles de primera línea y quieren ser recibidos por alguna chica: una amante furtiva", suelta la entendida en afectos especiales. Sin embargo, aclara por si las moscas que "a veces el encuentro no pasa de una cena o una charla y el hombre se va sin necesidad de invitar a su chica a dormir".

Este tipo de clientes suele arribar a Rosario desde Capital Federal y desde poblaciones del interior donde la actividad agropecuaria genera fuertes divisas. "Esos son los que vienen en sus brutas cuatro por cuatro", remarca Grey.

Si bien conseguir los contactos lleva su tiempo (es necesario examinar las señas particulares de los amantes), los pedidos del "sector empresarial", como dice la especialista, deben ser resueltos rápidamente. "El interesado te llama y dice que llega en una misma noche, por eso tengo que estar preparada", dice. En rigor, Grey ya tiene muchos clientes fijos a quienes les conoce sus gustos. Además, varios de ellos repiten sus experiencias con la misma mujer.

El incremento de las relaciones informales ha crecido ostensiblemente. "Y este año mucho más", pone de manifiesto la contactóloga. En efecto, entre estas subas las más destacadas son las de quienes están casados y se cansaron de su matrimonio.

"El hombre siempre pide una mujer más joven que él (en el caso de los empresarios, una jovencita), de 10 a 15 años menor", subraya la buscadora de parejas. Y ensaya una explicación: "Estamos en una sociedad en la que al sexo masculino se le permite todo, los hombres tienen licencia para todo".

Por el contrario, la mujer no suele tener este tipo de exigencias etarias. "Es más, ni siquiera se fija en que su acompañante sea demasiado gordo, pelado o chueco; sin embargo el hombre condena a la mujer si no es linda", ratifica Olivia.

A la hora entrar en un análisis más profundo, propone una alternativa casi única. "Hoy en día, la gente no quiere compromisos", manifiesta antes de citar este ejemplo: "Tengo el caso de un señor de 60 años que dice que su matrimonio se convirtió en una rutina donde está todo bien y, al mismo tiempo, todo mal porque aunque no haya discusiones, tampoco existe pasión".

Entonces, la pregunta es: "¿Por qué no separarse?", cuestiona Grey. Y responde por boca de su cliente. "¿Para qué? ¿Para empezar de nuevo?". Para ella se trata de una cuestión de cobardía que derivaría en demasiadas explicaciones, como a los hijos y otros familiares. Y en eso también la vergüenza juega un papel intimidatorio.

Grey va más allá y establece una diferencia clara entre ambos géneros. "El hombre es más conservador y no se anima a largar su relación de siempre; la mujer podría embalarse y dejar todo por su amante".

La especialista en contactos asegura que hasta se pone a veces en el papel de confidente ante su clientela. Y suele preguntarles a algunos hombres si no les parece mal "vivir en la hipocresía". Ellos contestan que cuando se meten demasiado con la pareja informal, la terminan dejando.

Así y todo, la contactóloga evidencia que los buscadores de amantes son personas "carentes de comunicación, que necesitan charlar y, al mismo tiempo, muy libres" y no quieren ataduras perennes.

-¿Es difícil hallar a una mujer que acepte ser una pareja informal?

-La mujer está en la misma que el hombre. Hace unos días me llamó una chica para pedirme un tipo casado. Ella está de novia y quería algo nuevo, sin compromiso. La contacté y hubo afinidad. Las mujeres tienen cada día menos prejuicios.

Grey parece ser la versión moderna de Roberto Galán y sin cámaras de por medio. Por momentos habla con sus mismos códigos.

-¿Qué papel juega lo económico?

-Convengamos que quienes me llaman están relativamente bien. Aunque, ante esto, las damas se fijan más, especialmente si ya tienen algunos años. Esperan siempre que su novio tenga auto y remarcan que ya no están en edad de volverse en colectivo a la madrugada.

La gurú del amor no para de contar historias. "Una vez cayó un desocupado, una regia persona pero que no iba a poder hacerles regalos a las mujeres. No anduvo".