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sábado,
09 de
julio de
2005 |
"Quiero que nos sintamos fanáticamente argentinos"
San Miguel de Tucumán- El presidente Néstor Kirchner sostuvo hoy, al cumplirse 189 años de la Declaración de la Independencia, que el país "todavía están en el infierno", pero auguró que "Argentina va a seguir creciendo", por lo que convocó a los ciudadanos a sentirse "fanáticamente argentinos".
En ese sentido, Kirchner se comprometió "a seguir trabajando y luchando con todo" ante las más de 25 mil personas que asistieron al acto realizado al mediodía en el estadio del club San Martín de Tucumán, en el acto central por el Día de la Independencia.
Si bien ni el presidente ni los ministros que lo acompañaron opinaron sobre la interna política que divide al PJ bonaerense, el distrito más fuerte del país, Kirchner dio un nuevo respaldo a la candidatura a senadora de su esposa, al recordar "lo que decía Cristina hacía algunas horas, que no todo pasa por ser fanático de algo, de un partido o de otro".
"Desde acá, en el Día de la Independencia, les quiero decir que nos sintamos, por favor, fanáticamente argentinos", enfatizó el Presidente.
Al realizar un raconto de sus anteriores visitas a la provincia, cuando jaqueada por la crisis del 2001 tuvo altos índices de pobreza y niños muertos por desnutrición, Kirchner dijo que sentía "una profunda alegría" de estar de regreso y poder decirle a los tucumanos que "no les he mentido", dado que ahora con la entrega de millones de pesos para obras volvió "cumpliendo mi palabra".
Pero, también admitió que "en el duro camino que tenemos que llevar adelante para sacar a la Argentina del infierno, hemos mejorado, pero todavía estamos en el infierno".
"Espero que cuando termine mi mandato pueda decirle a los argentinos que estamos en la puerta del purgatorio", añadió.
Asimismo, aseguró que "la Argentina puede, la Argentina va a seguir creciendo, la Argentina va a seguir recuperándose y la justicia y la dignidad van a volver a reinar".
La crítica situación nacional no solo estuvo presente en el discurso de Kirchner en la cancha, dado que también el arzobispo Héctor Villalba, señaló que Argentina está "herida" por la pobreza, la desocupación, la "pérdida de confianza en la justicia y la falta de credibilidad de la política" durante su homilia en el solmente Tedeum que pronunció en la Catedral de esta ciudad.
De todas formas, el presidente señaló como signos de que el país ha "mejorado" índices que indican que "bajó la desnutrición infantil, la indigendia y la pobreza", producto, según dijo, del "infierno que azotó por las malas políticas a esta amada patria y a esta querida provincia".
"Nos pasamos la vida escuchando diagnósticos y visiones" dijo Kirchner al sostener que "lo que necesitamos son realidades, acción, jugarnos, ponernos al frente para cambiar la historia y volver a poner al hombre y a la mujer en el centro de nuestras acciones".
También consideró que la patria "necesita solidaridad, unidad nacional con justicia y con memoria, que nos miremos sin hipocresía" por lo que dijo que en su calidad de presidente se pondrá "al frente de la patria", porque "no" le "interesa quedar bien afuera perjudicando adentro como han hecho muchos".
Luego de resaltar que en su administración "trabajamos para desendeudarnos", señaló que "todos los tucumanos recuerdan cuando les pagaban con papelitos, cheques diferidos, cuando la moneda nacional prácticamente no existía en Tucumán" y ahora, dijo, "con el gobernador (José) Alperovich hemos devuelto a los tucumanos la dignidad de que manejen plata argentina".
"Parecen tiempos lejanos, pero apenas dos años que le pasaban estas cosas a los argentinos", remarcó.
Kirchner pasó algo más de tres horas en esta provincia, en el marco del festejo oficial que, desde 1991, según un decreto del entonces presidente Carlos Menem, se efectúa todos los 9 de julio en Tucumán, que es declarada para esta fecha "Capital de la República".
En esta tercera visita, Kirchner pudo saludarse con los tucumanos, recibir cartas, flores y hasta un "gorrito piquetero" merced al amplio operativo de seguridad que implementó la Policía y la Gendarmería para evitar desmanes como los que soportó el año pasado el mandatario cuando se enfrentaron dos sectores de manifestantes.
Kirchner, quien llegó acompañado por sus ministros de Interior, Aníbal Fernández; de Defensa, José Pampuro; de Infraestructura, Julio De Vido, y de Salud, ginéz González García, además del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se encontró aquí con su vice, Daniel Scioli, que por cuestiones protocolares arribó más temprano en un avión privado.
Al dejar Tucumán, el presidente se llevó decenas de cartas, un poncho, una moneda de plata y empanadas y tamales congelados como recuerdo.
En tanto, las más de 25 mil personas que participaron del acto central en el club San Martín disfrutaron por la tarde de la serie de shows musicales organizados por la provincia.
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Kirchner habló ante más de 25 mil personas en Tucumán.
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