La suciedad contribuye al desarrollo integral

Nuevo paradigma: mancharse con barro o comida y jugar en la tierra son consideradas buenas experiencias para la salud mental y física de los niños

"Niño, deja ya de joder con la pelota. Eso no se hace, eso no se dice, eso no se toca". Parece que Joan Manuel Serrat se adelantó, en su canción "Esos locos bajitos", a lo que hoy propone Jhon Richer, quien asegura que los niños que no exploran ni juegan tienen menos posibilidades de integrarse al mundo de manera equilibrada. Efectivamente, el nuevo paradigma que sostiene que la suciedad y el riesgo son necesarios porque refuerzan el sistema inmune y despiertan la creatividad fue planteado por un grupo de especialistas reunidos recientemente en Buenos Aires en oportunidad del Primer Foro sobre Desarrollo Infantil (entre los que se encontraba el doctor Richer, director del departamento de Psicología y Pediatría del Hospital Jhon Radcliffe de Oxford, Inglaterra).

"El piso del hogar es el mejor terreno para que el bebé desarrolle sus habilidades motrices como el gateo o cualquiera de sus variantes, ya que hacerlo en la cuna o la cama no brinda la misma estabilidad. En este sentido, un inadecuado concepto sobre la higiene y lo sucio del piso puede retrasar el logro de pautas madurativas y habilidades motrices. El rol de la madre debe facilitar estas experiencias y no obstaculizarlas por sus obsesiones por la limpieza", opina el pediatra Marcos Mercado.

A su vez, Graciela Moreschi, psiquiatra especialista en trastornos de ansiedad, comentó que cuando a un niño se le impide treparse a los árboles, hacer deportes y juegos que impliquen ciertos riesgos o ensuciarse, se los está subestimando. "Les estamos diciendo que ellos no pueden hacerlo como los otros. Debemos ser conscientes que nuestra conducta revela nuestras creencias y son éstas las que estamos trasmitiendo", dijo durante el encuentro.

Está demostrado que la mayoría de las epidemias alergénicas que aparecen en los países desarrollados se producen en parte por la falta de contacto o la ausencia de suficiente exposición a patógenos, especialmente en los bebés (hipótesis de la higiene). "Los chicos que viven en contextos rurales son menos proclives a padecer alergia y asma. El contacto con ambientes medianamente sucios ayuda a que el sistema inmunológico se desarrolle antes y mejor", agregó Richer.

La suciedad en la forma de tierra o polvo contiene incontables microorganismos esenciales para la vida. Lo mismo ocurre en el intestino , que contiene bacterias indispensables para la digestión. Incluso, en algunas tribus africanas las embarazadas comen tierra para aliviar dolores estomacales e ingerir nutrientes suplementarios.

Tomás, de un año, se divierte y aprende con la tierra del parque Independencia.