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 miércoles, 29 de junio de 2005  
"De la madre dependen otros hijos también inocentes"
Uno de los jueces resaltó que el fallo no niega el valor de la vida, ni polemiza sobre el momento de su comienzo

El juez Eduardo de Lázzari se pronunció a favor del pedido de la mujer al expresar que "de existir una aberrante balanza en donde sopesar la vida, ella podría tal vez inclinarse a favor de la madre porque de ella dependen otros hijos menores y también inocentes".

El juez Francisco Roncoroni se mostró a favor de la intervención médica al señalar que "lo que se trata aquí es de la necesidad de una persona de recurrir a médicos diplomados para que eviten un peligro para su vida o su salud. Esto no niega el valor de la vida, ni ingresa en el debate sobre el momento en el que ella comienza".

"Podemos sostener que la vida empieza con la concepción, y sin embargo dejar sin castigo al que la toma como medio necesario para evitar un grave riesgo a su vida o su salud. Y esto, no porque la ley quite valor al heroísmo, sino porque no puede exigirlo", indicó Roncoroni.

Sostuvo: "Nuestra ley no declara que una vida sea más importante que otra, sino que se compadece con la debilidad humana en estas extremas circunstancias, y se abstiene de imponer castigos".

En tanto, el presidente de la Corte bonaerense, Héctor Negri, se manifestó en contra del reclamo de la mujer, al considerar en el fallo que "el padre y la madre me piden el aborto y la vida latiendo dentro suyo me pide, como toda vida, vivir".

"No hay norma en el Derecho argentino que me autorice como juez a disponer de la muerte de una persona, ni aún para salvar a otra", expresó Negri.

Rubén Revello, coordinador del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina, no quiso dar su opinión respecto al caso en particular, antes de analizar a fondo el fallo, pero apreció que la muerte intencional de un paciente nunca puede ser una opción para curar a otro.

"Tradicionalmente, la medicina cuando trata a una embarazada habla de dos pacientes. Por eso, el deber de todo profesional es defender la vida tanto de la madre como la del niño por nacer", declaró. "Hay un principio ético fundamental. La persona es el valor máximo y trasciende cualquier otro bien", agregó.
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