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 domingo, 26 de junio de 2005  
Opinión: A las copas se entra para ganarlas

Luis Alberto Yorlano / especial para La Capital

Si algo diferencia a Rosario de otras ciudades es la fuerte influencia de los clubes de fútbol en sus habitantes. El rosarino se formó con este deporte. Algunos jugaron en divisiones inferiores de sus equipos, otros en los distintos torneos internos de los clubes sociales y algunos pocos han participado profesionalmente. Pero estas facetas de su vida le han otorgado chapa suficiente para discutir todas las cosas que ocurren en el fútbol. Opinar con criterio sobre la capacidad de un directivo y sobre las cualidades de un futbolista o DT. Y siempre terminará con la frase: "¿A mí me lo vas a decir?".

Si hay algo que en el fútbol da cierta autoridad es haberlo jugado. Y en Rosario la mayoría jugó al fútbol. Esto permite hablar sobre las participaciones de nuestros equipos en las copas con la convicción de que hay que entrar y hacer todo lo posible para ganarlas. Basta del verso: "Lo importante es competir". Es remanido el tema que los jugadores argentinos no pueden participar en el torneo local e internacional al mismo tiempo. El Boca de Bianchi rompió con este mito. Ganaba copas y protagonizaba el torneo local. Un mérito que radicaba en la manera que preparaba a sus jugadores en el aspecto anímico, y en los ejemplos de vida que da cotidianamente a partir de su familia. Conviví con el plantel de Boca en el mismo hotel durante muchos años. Era el Boca homogéneo. Los directivos gobernaban para el club sin internas. El respaldo al técnico era total. No había divisiones en el plantel y la hinchada no imponía jugadores. Ahí estaba el fenómeno Boca. Primero el club, después el equipo y por último los jugadores.

Newell's ya está en las copas. Central está peleando para entrar. El próximo Apertura debe servir de tránsito para encontrar la adaptación de los más de 30 jugadores que deben tener los planteles, y hay que sumar algunos juveniles para alternar. Lo que hay que evitar es convertirse en sparring de lujo. Los dirigentes deben saber que para no dar ventajas a los grandes del continente es importante contar con solidez económica y orden financiero. Este fue el punto de partida de Boca para llegar a los objetivos. No sólo usaba vuelos charters para los viajes internacionales sino también en los partidos que tenía que jugar en el interior del país. ¿Es mucho pedir estas cosas para los equipos de la ciudad?. No lo creo. Si las copas fueron sus objetivos, conformarse con la participación no sirve para la institución ni para los hinchas.

Entonces ¿cómo se puede ganar una copa? Nadie puede asegurar esto. Ni aquellos que creen que con dinero se puede ser campeón. Tampoco funciona la teoría de tratar de no perder o hacerlo por la mínima diferencia como visitante y después en casa eliminar al rival con la presión de la hinchada. Hoy no es tan simple. Boca lo vivió hace una semana. No queda otra que prepararse en serio. Para aquellos que piensan que se pueden encontrar algunas vistas gordas de los árbitros como en el torneo que ganó Gallego, les digo que no será tan fácil. La única manera posible que observo para poder traer a Rosario alguna copa es encontrar un aceitado mecanismo en las tres patas que tiene el fútbol: dirigentes, cuerpo técnico y plantel profesional.
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