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domingo,
26 de
junio de
2005 |
Giro integrista. Ahmadinehad ganó el ballottage con el 62 % pero el proceso electoral estuvo viciado desde el inicio
El nuevo presidente ultraconservador
causa miedo dentro y fuera de Irán
Prometió crear "una sociedad islámica ejemplar". Críticas de EEUU y Europa y preocupación de reformistas
Teherán. - La elección del ultraconservador Mahmud Ahmadinehad a la presidencia iraní provocó un sismo político, tanto en Irán, como en la región y el mundo: la comunidad internacional se preocupó ayer por sus intenciones nucleares y su escaso apego a las reglas democráticas, mientras que el flamante presidente electo prometió instaurar una "sociedad islámica ejemplar, desarrollada y potente". Ahmadinehad, alcalde de Teherán puesto a "dedo" por el clero conservador en 2003, obtuvo en la segunda vuelta presidencial del viernes casi 62% de los votos, derrotando al moderado Akbar Hachemi Rafsanjani. El político ultraconservador, de 49 años, será el primer laico que ocupe la presidencia de Irán desde 1981, algo que vale de poco para los iraníes que temen que desaparezca el débil esbozo de libertad política y cultural surgido durante los ocho años de la presidencia del mandatario saliente, el reformista Mohamad Jatami. El triunfo de Ahmadinehad termina con la última alta posición en el Estado que tenían los reformistas con el presidente Jatami, ya que el año pasado fueron despojados de sus bancas en el Congreso mediante el mismo procedimiento usado por las autoridades iraníes ahora: el veto masivo de candidatos reformistas.
El ascenso de Ahmaninehad a la presidencia se produjo luego de dos vueltas electorales pobladas de irregularidades, denunciadas no solamente por los candidatos perdedores sino también por el propio Ministerio del Interior, quien sin embargo finalmente debió concederle la victoria. El accionar de los paramilitares así como la intervención en la primera vuelta del poderoso Consejo de Guardianes, que "puso" a Ahmadinehad en la segunda vuelta, dejan muchas dudas sobre unas elecciones que ya venían muy objetadas.
Es que el clero, a través del Consejo de Guardianes, había hecho una radical purga de candidatos, al desechar a más de un millar de ellos, incluidas las 83 mujeres que se postularon a la primera magistratura. Sólo quedaron 8 candidatos en liza para la primera vuelta y uno de ellos se retiró.
Preocupación internacional
La reacción de la comunidad internacional fue de inocultable preocupación. Estados Unidos consideró que la elección de Ahmadinehad es una traba hacia la democratización de la región. El Departamento de Estado indicó que los resultados de las elecciones no han permitido hacer cambiar de opinión al gobierno estadounidense respecto de que Irán está lejos de la democratización. La Casa Blanca ha señalado la limitada elección entre candidatos.
En el mismo sentido se expresó el ministro de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw, quien señaló que debido a la ley electoral iraní, el pueblo sólo contó con unas "elecciones limitadas. Para poder decidir libremente acerca del futuro de su país, el pueblo iraní debería poder elegir entre candidatos que representen la diversidad del espectro político, y no sólo entre dos candidatos, que fueron elegidos de antemano para ellos", criticó Straw.
Straw agregó que espera que Ahmadinehad actúe con rapidez "para abordar las preocupaciones internacionales sobre el programa nuclear". Lo mismo vale para la postura de Irán respecto al terrorismo, el respeto de los derechos humanos y el proceso de paz en Medio Oriente, consideró.
También el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, estimó que las elecciones presidenciales en Irán adolecieron de "fallos considerables. La cooperación con Irán dependerá de forma decisiva de si el país logra ganarse la confianza internacional y continúa abriéndose" al mundo, sostuvo Fischer. Irán debe suministrar "garantías objetivas" de que su programa nuclear está destinado a fines exclusivamente pacíficos, exigió, en relación a las negociaciones que celebra Teherán con Francia, Gran Bretaña, Alemania y la Unión Europea sobre las centrales nucleares iraníes y el uso de sus desechos radiactivos. El ministro de Relaciones Exteriores francés, Phillipe Douste-Blazy, se expresó en iguales términos.
En contraste, el jefe del gobierno ruso, Vladimir Putin, felicitó a Ahmadinehad y le ofreció continuar con la cooperación en el ámbito de la tecnología nuclear. Rusia está dispuesta a terminar la construcción de la central nuclear civil de Busher, y a continuar con la cooperación en el sector de la energía atómica, escribió Putin en una carta de felicitación.
En el mundo árabe, en tanto, hubo preocupación. Irán es considerado un enemigo estratégico e histórico por muchas potencias árabes, como Arabia Saudita y Egipto.
Analistas militares incluso pronostican que, de hacerse realidad la amenaza nuclear iraní, estos países se lanzarían a una carrera armamentista atómica, ya que no solamente Israel está en la mira de los misiles de Teherán.
"Sin duda, la elección de Ahmadinehad provocará un fuerte dolor de cabeza entre los líderes árabes, y en especial entre las monarquías del golfo Pérsico", estimó el escritor y analista shiíta Salah Nasrawi.
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Fotos
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El integrista Ahmadinehad festejó.
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