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domingo,
26 de
junio de
2005 |
Las máscaras de la verdad
Una trama de ficción es el marco para la vida de Rita
Aunque "Rita, La Salvaje" es una obra de ficción, está inspirada en hechos reales de la vida personal y artística de Juana González, que bajo ese seudónimo cautivó al público rosarino y de buena parte del interior. La puesta en escena parte del relato de Rita internada en en un hospital neurosiquiátrico. Las escenas muestran en paralelo el presente, a cargo de Lidia Catalano, en su ámbito de internación, y el relato del pasado que está a cargo de Emme.
La vida de Rita fue azarosa, según se desprende de la investigación y una serie de charlas que la periodista Patricia Narváez tuvo en Rosario con la protagonista real de la historia. De ese trabajo surge una relación familiar tensa, las giras por países de Latinoamérica como Uruguay, Chile y Venezuela, entre otros; la frustración que le producen sus dos únicos grandes amores, uno en Córdoba y otro en Tucumán; su época de esplendor, su internación, su nostalgia por el pasado y su actual retiro en una pensión rosarina donde vive acompañada por su gata Vivi.
"Rita, la salvaje" se montó sobre una idea original de Lino Patalano y reúne a un equipo técnico y actoral formado por respetados profesionales del espectáculo. La música es de Alberto Favero, el diseño de vestuario de Renata Schussheim, la escenografía de Jorge Ferrari, el diseño de iluminación de Sandro Pujía, la coreografía de Ana María Stekelman y Ricky Pashkus, también es responsable la dirección general. El libro es de Gonzalo Demaría y las canciones de Elio Marchi. Como nada quedó librado al azar, la fotografía se confió a la reconocida Gaby Herbstein y la puesta de sonido es de Gastón Briski.
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Fotos
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Juana González, una vida intensa.
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