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sábado,
04 de
junio de
2005 |
"En San Pablo,
desocupación e
inseguridad
van de la mano"
Fue la primera mujer intendente en la historia de San Pablo. Gobernó entre 1989 y 1992 una ciudad compleja, si se tiene en cuenta que allí viven 10 millones y medio de habitantes y de ellos, un millón (la población entera de Rosario) lo hace en favelas. "Nuestro mayor problema es la desocupación, algo que se ha ido agravando al compás de la crisis económico-social y ha hecho más insegura la ciudad. Desocupación e inseguridad van de la mano en una región metropolitana de 20 millones de habitantes y un 10 por ciento de desocupados", sostiene Luiza Erundina, una mujer de 70 años y de las filas del Partido Socialista Brasileño (PSB), una de las ocho fuerzas de izquierda que apoyó a Luiz Inacio Lula da Silva para su acceso a la presidencia de Brasil.
Erundina cree que a la inseguridad se le hace frente con "políticas serias de prevención y la estrategia de municipalización de la policía". A su entender, "la falta de seguridad de una ciudad debe manejarse desde la propia ciudad y no desde la Nación, porque cada metrópoli tiene sus propias características. San Pablo tiene policía local para cuidar escuelas, hospitales y edificios públicos, pero eso no alcanza", asegura.
No es de las urbes más limpias de Brasil, "porque sus ciudadanos no respetan horarios ni lugares", dice y encima acumula 13 toneladas de residuos por día. Tiene una autonomía "relativa" a pesar de que produce un tercio del producto bruto interno, lo que para Erundina habla a las claras del poco poder institucional de los municipios brasileros.
Sus calles son un caos de vehículos, que apenas se oxigenan con un subte abarrotado de pasajeros. Y el tránsito se controla y "mucho, a costa de multas caras que se aplican a rajatabla". No obstante, Erundina sigue eligiendo a San Pablo entre las tantas grandes urbes de Brasil por su "alto nivel cultural y la calidad académica de su universidad pública".
"Río sin dudas es más linda, pero mucho más insegura. Rosario no estaría mal para vivir, no?", bromea.
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