Falleció un trainer de la vieja guardia

A los 68 años, y víctima de una aneurisma cerebral que lo mantuvo postrado durante los últimos días, falleció el pasado sábado el entrenador rosarino Juan Alberto Calcagno. El trainer se inició dentro de la actividad, primero como peón y luego como vareador, y de esa manera fue aprendiendo el oficio, hasta convertirse en capataz. Más tarde, obtuvo la patente oficial otorgada por Palermo en la década del 60, recaló en el haras El Jagüel, y tiempo después pasó al haras Las Galaxias.

Si bien Calcagno no pudo ganar ninguna estadística oficial en los máximos escenarios hípicos, siempre se lució dentro del rubro efectividad con relación a los triunfos que obtuvo con su exigua caballada, llegando a destacarse con ejemplares de la talla de Respingo, Malevaje y Dry Sal, entre otros, midiéndose con preparadores de gran nivel que ocupaban lo más alto de las marquesinas por entonces.

A nivel internacional, su trabajo cobró dimensión con Black Magic, una yegua que tuvo a su cargo, que fue consagrada durante los años 70 como la mejor del año en las pistas americanas, cuando todavía el éxodo de sangres pura de carrera no tenía la dimensión que cuenta por estos tiempos.

Tras la disolución del Candilejas, establecimiento donde él entrenó su caballada por más de una década, varias de sus yeguas más destacadas, tales los casos de Rutilante, Roseliere y Malva Loca (con las que consiguió excelentes triunfos), pasaron a manos del recordado cuidador Julio Penna, y más tarde fueron ingresadas como vientres reproductores en el nacimiento del haras La Biznaga.

Calcagno dejó el legado en dos de sus hijos -Alberto y Héctor-, quienes en la actualidad permanecen ligados a la actividad hípica, continuando el sendero iniciado por el eficiente cuidador.

La partida de Juan Calcagno se hizo sentir entre los familiares y profesionales del turf que lo conocieron y compartieron con él buenos momentos en las pistas. (Télam)