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 miércoles, 11 de mayo de 2005  
Demasiado respeto
Central Córdoba perdió 2 a 0 con Tigre

Gustavo Yarroch / La Capital

El 2 a 0 con el que se cerró el partido fue mentiroso, una pequeña exageración que le aseguró a Tigre el primer puesto en la clasificación del torneo de la Primera B y lo dejó a un pasito del título que le dará el ticket directo a la B Nacional. De todos modos, el triunfo del equipo de Victoria resultó legítimo.

¿Cuál fue la razón principal para justificar esa legitimidad? Es que el equipo de Victoria tuvo la contundencia que le faltó a Central Córdoba en los 25 minutos iniciales del segundo capítulo, cuando generó seis chances para llegar al empate, dos de ellas clarísimas, y no las convirtió.

Los charrúas, al cabo, terminaron pagando su cautela del primer tiempo, aquel respeto exagerado que le tuvieron a Tigre cuando el local se parecía más a un equipo sin luces que al inminente campeón de la categoría.

A falta de buen fútbol, el desarrollo se vio condimentado por un flojo arbitraje de Juan Sciancalepore, quien cometió dos errores decisivos: cobró una mano inexistente en el tiro libre que derivó en la apertura del marcador e ignoró un penal de Campestrini a Conocchiari cuando la chapa estaba 1 a 0 y Córdoba merecía esa igualdad que nunca llegó.

Tigre ejerció una leve superioridad en el primer tiempo, apenas sustentada en su mayor ambición para buscar el arco rival. Aunque sin refugiarse exageradamente en su campo, Central Córdoba lo esperó demasiado y cuando tuvo la pelota careció de agresividad para lastimar.

Los locales dispusieron de dos oportunidades de gol antes de llegar a la apertura, a los 43: Ozafrán manoteó con lo justo un tiro libre de Calabria, la pelota rebotó en el travesaño y Blengio la cabeceó al gol ante la pasividad de los defensores charrúas.

Más suelto y decidido, Córdoba mostró otro semblante tras el descanso. Miró el arco rival y lo buscó con la complicidad de un Tigre que le cedió la iniciativa, acaso ansioso por el clima festivo que bajaba de las tribunas.

Así, Paredes en dos ocasiones, Avila, Conocchiari, Rotger y Jorge Del Bono estuvieron cerca del empate. Sin embargo, Tigre lo liquidó en uno de sus pocos ataques con un tiro bajo de Luna.

Los últimos 16 minutos estuvieron de más, porque el local sólo quería festejar la cercanía de la consagración y Córdoba tenía la resignación del que hizo todo lo posible por llevarse algo y terminó quedando lejos de esa posibilidad.

Córdoba tenía una buena oportunidad para darse un estímulo de cara al tramo final del torneo. Se enfrentaba al gran animador de la categoría y un triunfo hubiese significado una inyección revitalizadora para tratar de sumar la mayor cantidad de puntos en los últimos partidos. No lo consiguió, entre otras razones porque respetó demasiado al equipo al que tenía enfrente. Excesivamente, quizás. Y se quedó sin nada.
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Jorge Del Bono y Ozafrán luchan con un atacante de Tigre.

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