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miércoles,
11 de
mayo de
2005 |
De sabaleros y tatengues
Unión rompió relaciones con Colón
Atilio Pravisani / La Capital
Una grave crisis estalló entre los clásicos rivales del fútbol de la capital de la provincia cuando ayer la directiva de Unión dio a conocer un comunicado anticipando la ruptura de relaciones con su tradicional adversario, medida que fue tomada como respuesta al episodio protagonizado por el presidente de Colón, Horacio Darrás, cuando tanto en la cena del sábado como en la fiesta en el estadio, "pidió un minuto de silencio para el tate que está muerto".
El hecho, que tuvo gran repercusión pública, sobre todo durante los actos en el estadio colmado por más de 40.000 personas, generó una profunda indignación en la parcialidad y dirigencia unionista que para colmo venía de recibir una goleada en su estadio con graves incidentes y severos cuestionamientos de su hinchada.
Hay que tener en cuenta que el episodio tuvo lugar en el escenario montado en el campo de juego y durante la actuación del grupo Los Palmeras y precisamente cuando interpretaban la marcha sabalera. En ese mismo momento, el titular rojinegro enfundado en una bandera, paró la música y pidió un minuto de silencio para sus primos de la avenida López y Planes. Lo que fue considerado por muchos como un exabrupto. Fue en el medio de los festejos donde la gente dio un ejemplo de corrección. Esta actitud generó no sólo indignación entre los unionistas, sino también profundo malestar en niveles oficiales de seguridad -incluso nacionales- hasta donde llegó la información. Sobre todo si se tiene en cuenta todo lo que se viene haciendo y diciendo para erradicar la violencia. Y al hecho de que al exceso no lo protagonizó la hinchada o un grupo de barrabravas, sino el máximo dirigente de la institución.
El lunes por la tarde el presidente Darrás le pidió disculpas a la parcialidad unionista por una emisora santafesina y trató de excusarse afirmando que sus manifestaciones fueron hechas en un marco de festejos y dentro del ámbito de un lugar donde todos eran colonistas. Sin embargo, ya era tarde porque las imágenes televisivas parecían expresar lo contrario, lo que aparentemente fue interpretado de esa manera por la dirigencia de Unión que a través de un documento anunció la ruptura.
Pero el accionar unionista fue más allá de la ruptura de relaciones y de "repudiar los dichos del presidente de Colón por contrariar las más mínimas normas civilizadas de convivencia. Esto sin perjuicio de haber incurrido en transgresión a la ley del deporte que penaliza gravemente las expresiones provocativas y que pueden generar hechos de violencia".
En su tramo resolutivo, el documento firmado por su presidente René Citroni, sostiene el rechazo a las expresiones de Darrás, por "la agresión que las mismas producen a los más caros sentimientos de nuestra entidad, y mucho más por provenir del dirigente que encabeza esa entidad".
Posteriormente lo responsabilizan a Darrás por acontecimientos que sus manifestaciones puedan provocar en cualquier ámbito, comunicando lo sucedido a la Asociación del Fútbol Argentino y organismos de disciplina y de ética. Finalmente se decidió por unanimidad que la ruptura de relaciones es responsabilidad de Colón "por los agravios inferidos y se reservan las acciones legales que pudieran corresponder".
Ayer por la tarde se especulaba con la posibilidad de una reunión a efectuarse en la Municipalidad de Santa Fe entre ambos presidentes para tratar de bajar los decibeles de la tensa situación, pero en ámbitos rojiblancos se hacía notar la fuerte presencia del intendente, Martín Balbarrey, en todos los actos del jubileo colonista. Incluso se mencionaba que él presenció el desfasaje de Darrás y no tuvo reacción.
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Fotos
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Los afiches formaron parte del folclore, pero el exabrupto del presidente sabalero le quitó todo el color al centenario.
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