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miércoles,
11 de
mayo de
2005 |
Un buen filme francés inauguró el Festival de Cannes
Cannes.- "Lemming", un buen drama psicológico que revela viejas angustias en un contexto moderno y que dirigió el francés Dominik Moll, inauguró hoy el 58º Festival Internacional de Cine de Cannes, en cuya sección oficial concursa, según informó la agencia italiana Ansa.
Nacido en Alemania en 1962 pero francés a los demás efectos, Moll es un cineasta parsimonioso que deja pasar un lustro entre una película y la otra y que es fiel al cine que describe un mundo perfecto, en el que se insinúan poco a poco las angustias modernas.
Esta es la tercera película de Moll en 11 años, después de "Intimité", de 1994, y de "Harry, un amigo que te quiere bien", muy bien recibida en Cannes en 2000.
Ayudado por su habitual coguionista Gilles Marchand, Moll creó en "Lemming" un mundo de pesadilla en el que los personajes y el espectador no están seguros de lo que ven o lo que oyen, y donde se van destruyendo uno a uno los arquetipos de la felicidad moderna, que vuelven a recuperar su rol de frágil fachada al final de la película.
Moll es un maestro en dar vuelta como un guante las reglas de un género (en este caso el de fantasmas) sin abandonar nunca el realismo de la vida cotidiana, y cuenta con un cuarteto extraordinario de actores (sobre todo Dussollier y Rampling) que lo ayudan a confeccionar un filme que habrá cautivado por igual a público y crítica en el festival. (Télam)
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