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 sábado, 27 de noviembre de 2004  
Un panadero fue golpeado, cortado y asaltado por un infiel trabajador
El empleado, que dormía en el comercio, actuó con un cómplice. Ambos huyeron heridos y eran buscados

Buenos Aires.- Un panadero fue hallado herido y maniatado en el interior de su comercio y domicilio del barrio porteño de Villa Crespo, y de acuerdo con la policía fue atacado por un empleado suyo que pernoctaba en el lugar, quien está identificado y anoche era buscado para se detenido junto a un cómplice.

La comisaría 29ª informó que Daniel Martínez, español, de 56 años, fue hallado a las 5.30 por sus empleados, atado con alambres, con golpes y cortaduras en manos y cabeza, en el interior de su domicilio y panadería situado en avenida Corrientes 5815, casi esquina Juan B. Justo.

De acuerdo con lo determinado por los detectives, el propietario de la panadería "La Victoria" había permitido que un empleado suyo se quedara a dormir en el local que era utilizado como casa habitación y comercio de producción y venta de pan.

El hombre, de 23 años, que había ingresado como empleado hacía poco tiempo, cumplía las funciones de cocinero de la panadería. Como vivía muy lejos, el panadero le permitió quedarse a dormir en una de las dependencias del local.

Los pesquisas establecieron que "el empleado había visto el lugar donde Martínez escondía la recaudación del día que no había alcanzado a depositar en el banco", y que ese era el motivo del ataque.

La noche del jueves, el cocinero esperó a que el dueño de la panadería se durmiera y "aprovechó para pegarle un mazazo con un palo de amasar, lo cual provocó que Martínez perdiera la conciencia, razón por la cual ayer no recordaba cómo había sido atacado", comentó Musto.

Al parecer el empleado tenía planeado el robo, porque al poco tiempo dejó entrar a la panadería a otro hombre y juntos comenzaron a beber varias botellas de vino, que estaban para la venta en el comercio. Tras tomar el dinero deMartínez, ataron a la víctima de pies y manos con alambres y quisieron meterlo en una bañeral. Tal vez por el estado de embriaguez de los delincuentes, la tarea se les tornó difícil y resbalaron varias veces antes de lograr su propósito, oportunidad en que Martínez sufrió los cortes y golpes que presentaba al momento de ser hallado por los otros empleados, además del mazazo inicial.

Pero los hombres que intentaron introducirlo en la bañera también se lastimaron en las caídas, uno de ellos resbaló y al caer rompió el mingitorio, provocándose una importante herida en la mano. Este fue el hecho que permitió a Musto descubrir rápidamente a los autores del ataque.

"El herido dejó un visible reguero de sangre en los 600 metros que recorrió -explicó Musto- y eso nos llevó hasta la estación Chacarita del ferrocarril San Martín, en donde pasan los trenes que van hacia La Paternal". Cerca de esta última estación está emplazado el hospital Tornú, donde Musto supuso que debía haber ido alguien con una herida que necesitaba urgente atención. Y efectivamente, en el libro de la guardia de emergencias del Tornú estaba asentado el nombre del herido, que coincidía con el del empleado de la panadería y junto a ese apellido figuraba que se había atendido, a la misma hora, a otro herido.

Con los nombres en su poder, la policía salió a buscar a los dos atacantes del panadero, quienes serían detenidos en "cuestión de horas". (Télam)
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