El actor habla de "La kermex", un ciclo con humor diferente en América

Mex Urtizberea: "En la tele me gusta burlarme de mí mismo y hacer de conductor berreta"

Dijo que su programa es "algo así como una producción de Disney pero de bajo presupuesto"

Pedro Squillaci / La Capital

Disparatado, delirante, cómico. Son muchos los adjetivos que le caben a Mex Urtizberea, pero todos van por ese rumbo. Lo suyo pasa por el personaje del antihéroe. Es de los que les gusta tomar un atajo para llegar a destino, y quizá tarde más tiempo pero seguramente la pasará mejor en el viaje. Mex acaba de lanzar "La kermex" (sábados, a las 23, por América), en donde representa al "conductor berreta" -como él mismo se denomina- de una kermese con invitados de lujo. "Me gusta burlarme de mí mismo", aseguró en diálogo con Escenario.

A la segunda pregunta a Mex Urtizberea sobrevuela la sensación de estar hablando con un vecino de acá a la vuelta. Cada tanto mezcla una puteada, no tiene los pruritos de muchos que cuidan hasta la última palabra cuando son reporteados, y podría hablar hasta la semana que viene de sus proyectos. "El personaje de antihéroe es el que mejor me sale", dijo el músico, actor, conductor y también cineasta, que surgió de la cantera de cómicos distintos que impusieron una nueva estética, con Alfredo Casero a la cabeza.

Además, "La kermex" tiene un grupo en vivo con un pulso muy rosarino. Franco Fontanarrosa, el hijo del Negro, es el bajista y Renzo Baltuzzi, hijo del diputado nacional justicialista por Santa Fe Angel Baltuzzi, es guitarrista y director de la banda potente que cada sábado acompaña a músicos invitados.

-¿Contento por armar una kermese en la tele?

-Sí, muy feliz, cada tanto aparezco en la tele y la vez que lo hago es por algo que tengo ganas de hacer. Me divierte esto de juntar gente de diferentes áreas, en un horario medio marginal, creo que está bueno.

-¿Por qué elegiste un formato tan atípico para la tele?

-Es lo que me divierte. Me gusta esa cosa insolente que tiene la televisión. Y jugar a partir del temor al rating, interrumpir una nota y hacerlo bien deliberado, o pedirle a un entrevistado que cambie una respuesta para que suban las mediciones.

-¿Esto ironía permanente con respecto al rating es porque realmente lo sentís como presión?

-A mí me interesa que el programa lo vea mucha gente. Porque es una realidad que si pasa lo contrario te pegan una patada en el culo y te tenés que ir. Pero en el fondo lo que me interesa es hacer un programa de categoría, que esté bueno, y que el único estúpido sea el conductor, que es el que "aberreta" el programa.

-El programa responde de alguna manera a la estética de "Todo por dos pesos". ¿Te sentís identificado con la generación de cómicos surgidos junto a Casero?

-Sí, claro, nosotros empezamos hace mucho tiempo en "De la cabeza". Y de allí surgió un lenguaje y una estética que se mantuvo. Pero a diferencia de "Todo por dos pesos" que era algo más espectacular, lo que yo hago es una kermese que viene a ser algo así como una producción de Disney pero de bajo presupuesto (risas). Es una kermese en alusión a esas parroquias o esos clubes de barrio que hacen reuniones para juntar guita y resolver problemas, y de alguna manera muestra la crisis del país. Ahí se explica por qué se pasa de un tema a otro, de una nota a una feria, es lo que pasa en las kermeses.

-¿Hace falta más humor delirante en la televisión?

-Sí, hace falta, mirá el caso de Alacrán que está en "No hay dos sin tres", que es un programa de humor popular pero va sumando ese tipo de humor anticonvencional. Y hoy ese humor también lo ves en "Mosca y Smith", de Agulla y Baccetti, donde mezclan mucho con el absurdo. Y cuando actúa Alfredo en "Locas de amor", surgen cosas distintas, ahí pasa algo y se nota. Te das cuenta que está ubicado en otro lugar.

-¿Te sentís realmente un antihéroe, o es tu personaje?

-Me divierto mucho. Es lo que mejor me sale, y yo parto del concepto de que me gusta burlarme a mí mismo. No me gustan los personajes que se burlan de otros. Yo soy el tipo que es un tarado, que las cosas que hace les salen todas mal, y pretende algo importante y le sale todo al revés. Ese tipo existe desde siempre. Y en general casi todas las cosas que hago van para ese lugar.

-Hoy la tele lanza a los antihéroes como galanes, es el caso de Miguel Angel Rodríguez, en "Los Roldán" y Dady Brieva en "Los secretos de papá". ¿No te ves encabezando una comedia?

-Puede ser. Pero la verdad es que no me lo propuse. Pero puede ser. Hago esto porque me hace gracia y porque me sale, pero jamás pensé hasta donde podía llegar.

-¿Te planteaste algún objetivo cuando proyectaste "La Kermex"?

-No soy de hacerme muchas preguntas, voy viendo qué pasa a medida que el programa va saliendo y voy palpando la repercusión en la gente. Pero, principalmente, el programa que hago es el programa que me gustaría ver.

-¿En tu intimidad, qué cosas te causan gracia y qué otras te irritan?

-Me causan gracia las situaciones cotidianas. Ayer vi una mesa con seis viejas con rodetes y anteojos, canosas, hablando con mucha vitalidad. Y realmente me dio mucha gracia, pero gracia con ternura, porque a veces uno puede armar una parodia con eso, pero ellas estaban ahí, y me hizo feliz verlas. O el otro día, que vi un perro que me quedó mirando. Y yo me dije "¿qué mierda mira este perro?" y me causó gracia. Esas cosas cotidianas, simples, me hacen reír bastante. Por otra parte, me irritan las injusticias sociales, por eso hago un humor donde de alguna manera bajo línea y vivo peleando contra el dolor y la frustración que me causan esas cosas.

Mex dijo que "La kermex" es la TV que a él le gusta ver.