| lunes, 04 de octubre de 2004 | El vecino alertado por los gritos "Mi nieto se volvió loco", escuchó decir Francisco Previtera, ex jefe de la policía rosarina a la abuela de Tulio Adorna en la puerta de su casa. Es que el policía retirado era vecino de la familia sumida en el drama y fue a su casa adonde la mujer se dirigió tras los hechos.
Tras abrir tres puertas de su vivienda y llegar a la calle, Previtera reconoció ante la Justicia que escuchó cómo la mujer gritaba y, entre esos gritos, pronunciaba las palabras "tiros", "hijo" y "nieto". Fue entonces cuando el hombre vio que la abuela de Tulio sangraba y llamó a un servicio asistencial y al Comando Radioeléctrico.
Tras ello, dijo el ex jefe policial, pudo entenderle a la mujer que "le habían pegado un tiro a su hijo y al nieto" y que decía "están muertos, están muertos".
También dijo ante la instrucción de la causa, que al llegar al chalé de Funes la primera ambulancia fue Nadia la que arribó corriendo desde el interior de la casa y que, como su abuela, "gritaba mucho" y reclamaba a los médicos que ingresaran al lugar del doble crimen. enviar nota por e-mail | | |