El ideólogo de la lucha armada y la plurihomicida

Madrid. - "Mikel Antza", nacido en San Sebastián en 1961, estudió filología, fue crítico literario, dirigió obras de teatro en su juventud y ganó un premio como escritor en 1982. También es un terrorista convencido: hizo echar de ETA a su anterior jefe por proponer el abandono de las armas. Estaba al frente de ETA desde 1992, tras la caída de la anterior cúpula. En abril pasado había conseguido escapar a una redada, también en el suroeste de Francia. Se lo considera el responsable del cambio de estrategia de ETA en los años noventa y artífice del pacto con el gobierno nacionalista del País Vasco en 1998 que llevó a una tregua de 16 meses, la que le permitió reconstruir su aparato militar cuando estaba desmantelado.

Posteriormente, recordaba ayer el diario español ABC, "Antza" fue el interlocutor del nacionalista catalán y vice jefe del gobierno de esa región autónoma, José Luis Carod Rovira, a principios de 2004. La negociación causó un escándalo de proporciones, ya que Rovira buscaba una tregua de ETA pero sólo para el territorio catalán. Además, se entrevistó en clandestinidad con "Antza" en territorio francés mientras era un miembro de primera línea del gobierno de coalición catalán con el socialismo.

"Antza", además, logró hacer prevalecer la línea de la continuación de la lucha terrorista. El jefe de Antza hasta los arrestos de 1992, José Luis Alvarez, proponía dejar la lucha armada. Pero "Antza" y sus colegas lo conminaron a mantenerse callado para que esta postura no se debatiera dentro de ETA. Finalmente Alvarez, alias "Txelis", hizo pública su posición, lo que le valió la expulsión de la agrupación a instancias del ahora detenido "Antza" y su grupo.

La compañera de vida y actividad terrorista de "Antza", Soledad Iparraguirre, alias "Amboto", no le va en zaga en cuanto a maximalismo. "Amboto" formaba parte en la actualidad del así llamado "aparato político" de ETA (que ayer fue arrestado con un impresionante arsenal) fue responsable de los comandos "legales" (formados por terroristas no fichados) e integró, presuntamente, las células de Alava y Madrid. La policía la acusa de estar implicada en catorce asesinatos cometidos entre 1985 y 1992. Iparraguirre, de 43 años, estaba prófuga desde 1981. Con "Antza" tiene un hijo nacido en Cuba. Tras pasar un tiempo en la isla había regresado a Francia. Los tribunales franceses la han condenado dos veces en rebeldía, a sendas penas de cinco años de cárcel. Además, desde febrero de 2001 figura en la lista de terroristas de la Unión Europea.