 | lunes, 20 de septiembre de 2004 | A la Justicia. Un sacerdote de un establecimiento educativo porteño fue acusado de "violación bajo amenaza de muerte" Denuncian un caso de corrupción de menores en un colegio franciscano Una joven dice que un cura y docente de la escuela la forzó a tener relaciones sexuales con él durante 8 años Un religioso y profesor de un colegio franciscano del barrio Norte porteño fue denunciado por una mujer de 21 años ante la Justicia, quien lo acusó de haberla forzado a mantener relaciones sexuales con él durante ocho años.
La mujer, que la semana pasada cumplió la mayoría de edad, presentó la denuncia ante el juzgado de instrucción Nº 8 porteño y la comisaría 9ª por los delitos de "violación bajo amenaza de muerte".
El religioso, cuya identidad se mantiene en reserva al igual que el de la denunciante, se desempeñaba como Prefecto de Disciplina en el colegio Tierra Santa, ubicado en Sánchez de Bustamante 124, de la Capital Federal.
Según el abogado de la víctima, Daniel Llermanos, el hombre tenía a su cargo todas las cuestiones relacionadas con el establecimiento de estudios secundarios y abusó de la joven desde que esta tenía 13 años.
El relato "Me encontré con él, a solas, por primera vez, cuando tenía 13 años, en el sector de la clausura del convento y me miró sonriendo mientras con sus manos hizo un gesto, haciendo chocar los dedos de cada mano, como señalando un deseo de tocarme los senos", contó la joven en su denuncia.
"Le recriminé la actitud, exigiéndole que no fuese maleducado. Me había causado vergüenza que aquel gesto fuera visto por una amiga. Como respuesta, me propuso encontrarnos luego para hablar tranquilos", dijo la mujer en su relato al juez.
Después de reiteradas invitaciones para verse, bajo el pretexto de una amistad, el cura sometió a la chica a abusos mediante amenazas muerte, según la denunciante.
"Yo llegué a contarle todas mis cuestiones personales, inclusive que tenía un incipiente noviazgo con un alumno del instituto, hasta que un día me exigió que no saliera con nadie", acotó.
"El padre me presionaba duramente, me pedía que estuviera siempre con él y hasta dejé de tratarme inclusive con mis amigas", señaló.
"El 5 de setiembre de 1997, día en que cumplí catorce años, me invitó a cenar y luego de comer, me llevó a caminar por la costa y estando sentada sobre el paredón que da al río, me abrió las piernas, me abrazó y me besó en el cuello".
La joven relató además que en otra oportunidad, estando a solas, "se levantó los hábitos, guardó la llave entre sus calzoncillos, y me miró como insinuando que podía tomarlas".
"El 14 de febrero de 1998, me llevó -como sorpresa- a una cabaña del Tigre que había alquilado. Allí, fue el primer acto sexual completo", dijo.
Los actos sexuales, en la mayoría de los casos, eran precedidos por hechos de violencia física, denunció la muchacha, quien aseguró también haber quedado embarazada y perdido el bebé.
"Fue encubierto" Llermanos dijo al fundamentar la acusación que "la doble condición de ministro de un culto y de educador resultan agravantes de las figuras de corrupción de menores y de abuso deshonesto". El abogado de la chica confirmó que el abuso se habría perpetrado desde que la chica "tenía 13 años", y que la relación "terminó con el embarazo de la menor" aunque, aseguró, la criatura nació en forma prematura, a los 6 meses, y falleció a poco de nacer".
También denunció que "otras autoridades eclesiásticas habían encubierto el delito" ya que estaban al tanto de lo que había ocurrido y que su representada conoció "otros casos" en los que habría actuado el denunciado, por lo que "no parece ser un caso puntual y aislado". (Télam y DyN) enviar nota por e-mail | | Fotos | | |