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 sábado, 18 de septiembre de 2004

Hallaron el par de zapatillas que calzaba Fernanda Aguirre el día que desaparecio
Crece la angustia por la suerte de la chica secuestrada en Entre Ríos
La policía encontró cerca de la casa del principal imputado huesos calcinados, pero no eran restos humanos

Las zapatillas que Fernanda Aguirre calzaba al ser raptada hace casi dos meses en San Benito, Entre Ríos, fueron encontradas ayer en una casa de la localidad santafesina de Cañada Rosquín, donde la policía llegó con datos aportados por Mirta Chaves, procesada y detenida por el hecho. El hallazgo llevó al secretario de Seguridad de Entre Ríos, José Carlos Halle, a sostener que "se trabaja con la peor de las hipótesis" en la búsqueda de la chica.

La madre de Fernanda, María Inés Cabrol, fue quien reconoció ayer a la mañana en la fiscalía federal de Paraná que esas zapatillas (copias de la marca Nike) azules y blancas, con rayas naranjas número 39 eran las de Fernanda, ya que a una de ellas le faltaba una tira de tela, según informaron fuentes policiales y el abogado de la mujer, Julio Federik.

El hallazgo de las zapatillas y, luego, el de varios restos óseos (que finalmente resultaron ser de animales) en un rastrillaje realizado en Paraná, cerca de la casa del fallecido delincuente y principal sospechoso del secuestro, Miguel Angel Lencina, llevó a los investigadores a pensar en "lo peor".

Fue el propio Halle quien admitió mientras participaba del rastrillaje que en la búsqueda de Fernanda "se trabaja con la peor de las hipótesis".

Fuentes de la pesquisa dijeron que con datos aportados por Chaves en las tres declaraciones que realizó en menos de una semana, el fiscal federal Mario Silva comenzó a descartar la pista de que Fernanda esté en manos de una red de trata de blancas y trata de determinar qué suerte corrió a manos de Lencina.

Según la viuda de ese delincuente (hallado ahorcado en una seccional de Paraná semanas atrás), fue Lencina quien secuestró a la niña de 13 años y, tras violarla, la amarró de las muñecas y el cuello a un árbol, donde murió ahorcada al intentar desatarse.

Chaves dijo desconocer qué pasó con Fernanda e intentó desincriminarse al decir que ella sólo hizo los llamados extorsivos a los padres de la chica.

Pero también aportó detalles que llevaron a la policía a dar con el calzado que ese 25 de julio llevaba la víctima.


No las quemó
Las zapatillas, según la versión de Chaves, llegaron a sus manos el mismo día del secuestro, cuando su marido regresó de los fondos de su casa y se las dio para que las quemara en un tacho.

Si bien en su primera indagatoria Chaves dijo que las había prendido fuego, en una declaración posterior confesó que se las entregó a una amiga que vive en San Martín de las Escobas, Santa Fe, la misma zona donde ella residía junto a su madre adoptiva.

La policía localizó anteayer a esa mujer y la llevó a declarar ante el fiscal Silva, a quien le reconoció que recibió el calzado que le entregó Chaves y luego se lo dio a su novio.

En tanto, unos 300 policías entrerrianos y federales, con ayuda de bomberos, buzos tácticos y un helicóptero, volvieron a rastrillar pajonales, montes y cañaverales cerca en las afueras de Paraná, cerca de la calle Hernandarias donde viven los Lencina.

Al mediodía de ayer, un bombero encontró huesos quemados esparcidos a unos 300 metros de la casa del fallecido delincuente, lo que llevó a los pesquisas a temer lo peor y a convocar a peritos policiales para que determinaran si se trataba de restos humanos.

Los expertos concluyeron que los huesos eran probablemente de vaca o de caballo y descartaron que pertenezcan a un ser humano.

Pero hasta esa confirmación, el temor de estar ante los restos de Fernanda se instaló entre los investigadores que participaban de la diligencia, en la que estuvieron presentes además de Halle, el jefe de policía, Ernesto Geuna, y el fiscal del caso.

Ayer a la tarde, en tanto, los padres de Fernanda tenían planeado visitar junto a su abogado a un recluso del penal de Paraná que asegura saber dónde está la joven secuestrada. "Es uno de los tantos que nos llaman y dicen saber cosas, probablemente no haya nada concreto, pero nada se puede dejar pasar", explicó Federik. Pero hasta anoche no había trascendido el resultado del encuentro.

Fernanda Aguirre fue secuestrada el 25 de julio último cuando caminaba rumbo a su casa desde el puesto de flores que sus padres tienen a metros del cementerio de San Benito.

Su familia recibió horas después varios llamados extorsivos en los que le exigieron 2.000 pesos de rescate, y a pesar de que el pago se concretó, la chica nunca fue liberada.

La Justicia maneja como principal hipótesis que la adolescente fue secuestrada por Lencina, un peligroso delincuente condenado a 20 años de cárcel por dos homicidios, quien ese día gozaba de un permiso judicial para salir de prisión y que semanas después del secuestro fue hallado ahorcado en la comisaría donde estaba preso.

La Justicia procesó con prisión preventiva por el hecho a su viuda, Mirta Chaves, a quien consideró partícipe directa, y a Raúl Monzón, un primo de Lencina que se sospecha aportó la logística para el secuestro. (Télam)

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La policía reanudó la búsqueda de Fernanda.

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