Barcelona: La más cosmopolita

Recorrida por las obras arquitectónicas de Gaudí, los bares de la rambla y las playas del Mediterráneo

Sonia Lucía Díaz

Situada en la costa mediterránea, Barcelona es sin duda la ciudad más cosmopolita y económicamente activa de España. Desde siempre estuvo inspirada en ser una urbe moderna, rasgo que hace notar en la arquitectura y en la "rivalidad" que muestra con Madrid en cultura, comercio y deporte.

Su historia es muy antigua y se puede valorar en numerosos monumentos románicos, góticos y renacentistas e incluso en restos de períodos anteriores que aún están esparcidos por la ciudad. Pero lo que la hace única se ha construido en los últimos cien años, pasando a ser considerada un importante centro del modernismo. Distinguida especialmente por los trabajos de Antoni Gaudí, quien junto a otros grandes artistas contemporáneos ha dado a la ciudad un aspecto nuevo y excitante, situándola en la cúspide del modernismo.

Hacia fines del siglo XIX nació en Barcelona un nuevo estilo de arte y arquitectura: el modernismo, variante del art noveau, que llegó a ser el medio de expresión de las clases cultas catalanas. El barrio barcelonés del Eixample está lleno de estas originales construcciones.

La obra de Gaudí fue sorprendentemente original. Diseñó o colaboró en múltiples y diversas obras combinando materiales "desnudos" sin decorar (madera, piedra toscamente tallada, deshechos y ladrillos) con meticulosos trabajos de forja y vidrio pintado.

Su debut arquitectónico fue la Casa Vicens, Carrer de les Carolines 1824. Allí usó masivamente azulejos y materiales muy baratos como ladrillo o hierro, obteniendo impresionantes resultados que marcaron su carrera.

Su gran amigo y promotor, el industrial Eusebi Güell le encargó la Finca Güell, avenida de Pedralbes 77, paraíso del color y formas imaginarias, y luego Palau Güell, un suntuoso palacio en breve espacio con mágicos efectos visuales en la cúpula, extraordinario jardín y un aire extravagante y genial.

Antes de dedicarse por completo a la construcción de la Sagrada Familia realizó su máxima contribución a la arquitectura cívica de Barcelona, Casa Milá, en Passeig de Gracia 92. Es quizás el edificio que mejor sintetiza todos los elementos de la arquitectura de Gaudí con su fachada porosa, aspecto de panal de abejas y a la vez futurista. A pesar de su imponencia, en aquella época fue criticado, por ello el nombre de La Pedrera (cantera).

En tanto Casa Batló, ubicada en Paseo de Gracia 43, con su singular fachada, muros ondulados y puertas de piel de ternero tan elogiadas por Dalí, no escapará al visitante.


Casa Calvet
Mientras que su edificio más convencional es Casa Calvet, en Carrer de Casp, por el que recibió la única mención de su vida como reconocimiento de la ciudad a su trabajo. En la misma época construía la puerta de la Finca Miralles en Passeig Manuel Girona, curiosamente en total contraste con Casa Calvet.

El Colegio Teresiano -Granduxer 87-, respetó los principios de pobreza de la orden y resultó ser una genial combinación de formas tradicionales y futuristas.

La creación más vistosa de Gaudí es Parc Güell. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es un fantástico parque concebido como ciudad residencial en un paisaje paradisíaco de pinos y palmeras. Sobredimensionadas formas arquitectónicas como nacidas de la tierra se equilibran con la naturaleza en una armonía que solo Gaudí con su gran ciencia y meticulosidad pudo crear.

Su máxima creación es la iglesia de la Sagrada Familia, de inspiración gótica y estandarte de la más moderna arquitectura. Es la iglesia menos convencional de Europa y emblema de una ciudad que se siente singular. Fue el proyecto de su vida y su más amado sueño. En el invirtió toda su fortuna y a menudo iba de puerta en puerta pidiendo dinero. Mirándola desde lejos y desde cierta perspectiva el precioso monumento parece terminado, pero es tan solo una portada, ya que Gaudí muere antes de finalizarla unos pocos días después de ser atropellado por un tranvía. Sin embargo los planos están completos y minuciosamente desarrollados.

Al visitar la Sagrada Familia no conviene perderse la exposición de una completa serie de fotografías de su taller e instrumentos de trabajo. Hasta el próximo 30 del actual se puede disfrutar en la iglesia de la muestra del artista italiano Guido Dettoni. Una completa experiencia sensorial (vista, tacto, olfato y oído) que permiten acceder a lo espiritual.

Barcelona también se disfruta de noche. Es común entre los lugareños iniciar la velada en un bar, seguirla en otro y desayunar muchas horas después. La plaza de Catalunya cuenta con bares con terrazas sobre amplias aceras. El encantador barrio Gracia deleita con calles estrechas y pequeñas casas donde la vida nocturna se reparte por la plaza del Sol o la Rius i Taulet.

La Barceloneta, sin perder su aire de tradicional barrio de pescadores, es un muelle de madera que se convirtió en un gigantesco balcón al mar con restaurantes modernos y clásicos, excelentes mariscos, tascas para tapear y locales de diseño como los del Paseo de Moll de la Fusta. Por su parte, Santalo-San Gervasi, es una zona de bares musicales con público joven. La gente sale de los locales, copa en mano, y hace tertulias en las terrazas. Buen ambiente, buena música y la flor y nata de la sociedad barcelonesa. En el casco antiguo se encuentran algunos de los bares con mejores champañas y cócteles de la ciudad. La ciudad tiene mucho para ofrecer a quienes gustan de la música moderna, con variedad de conciertos de rock, jazz en vivo, clubes de salsa y música callejera en las ramblas y plazas del Barrio Gótico. Una tradición barcelonesa aún vigente es el music hall.

La iglesia de la Sagrada Familia de Gaudí.