La Capital
Año CXXXVII Nº 48412
La Ciudad
Política
Economía
El Mundo
Opinión
La Región
Información Gral
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 06/06
Mujer 06/06
Economía 06/06
Señales 06/06
Educación 05/06
Campo 05/06
Salud 02/06
Autos 02/06


contacto


servicios

Institucional

 martes, 08 de junio de 2004

candi
[email protected]

-Parecía una empresa imposible, parecía que estaba derrotado y si hasta movía a compasión. La imagen era la del poderoso, la del exitoso, la del fuerte y lleno de temple por sobre el más débil, en cierto modo el más limitado. Hasta en sus miradas se notaba la sutil diferencia entre un espíritu sensible y otro aguerrido, pleno de carácter. Habían transcurrido los dos primeros sets del juego en Roland Garros y Guillemo Coria alcanzaba la hazaña. El "gato" estaba supuestamente terminado y el mundo suponía que el llanto de alegría y emoción de otrora esta vez se trocaría en gotas de pena, pero Gastón Gaudio vino a demostrar que el ser humano no puede darse por vencido ni aun vencido. No sólo remontó los dos sets, sino que supo aguantar cuando una y otra vez la genialidad de Coria lo puso en match point. Y al fin sucedió. ¿Un milagro? Nada de eso, la mente le jugó a Gastón Gaudio una buena pasada. Esa voz que el propio hombre sólo es capaz de dar a luz murmuró una y otra vez sobre el Yo sublime: ¡Podés! ¡Podés! Y Gaudio pudo, y se llevó la ovación, y ese "¡grande!" que Guillermo Coria no tuvo más remedio que regalarle a pesar de su tristeza. Gaudio en París dejó una enseñanza además de una victoria: todo se puede, aun lo que parece inalcanzable.

-Y a propósito, Candi, leo algunos párrafos de una carta que recibimos y que deseo compartir con todos: "Muchas veces tenemos miedo, miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer; miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no, cuando queremos decir que sí. Nos callamos, cuando queremos gritar y gritamos con todos cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez y no hay tiempo de tener miedo. Entonces basta amigo, haz algo que nunca hiciste, atrévete y olvídate de que te están mirando, intenta la jugada imposible. Corre el riesgo y no te preocupes por ser aceptado. Nadie te ata, nadie te obliga. Sé tú mismo porque no tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar". Sigue diciendo la carta: "Muchas veces creemos en el destino.

-Oramos, esperamos que las cosas pasen y nos olvidamos de lo más importante.

-"Creer en nosotros mismos!"

-¡Cuánta verdad Inocencio!

-"Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa nunca volverá. Nada está escrito, nada está hecho, ni siquiera lo imposible. Todo depende de nuestra voluntad, de esa fuerza que nos sale de adentro. De decir "sí puedo" a cada desafío. Cuando estamos decididos, cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de imponerse sólo hay que proponérselo. Enfréntate a tu destino, no seas sólo un espectador. Corre cada día un poco más lejos, salta cada día un poco más alto, conviértete en tu propio desafío. Cuando no esperes nada de los demás, cuando sientas que cada tanto depende de ti, se fortalecerá tu espíritu y poco a poco las voces se convertirán en ovación, tus respiros se llenarán de logros, y tu vida de sentido". El amigo que nos escribió, Santiago, añade: "Están los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que creen en supersticiones y están los que siguen corriendo cuando le tiemblan las piernas, los que siguen jugando cuando se les acaba el aire, los que siguen luchando cuando todo parece perdido. Convencidos de que la vida misma es un desafío, sufren pero no se quejan, porque saben que el dolor pasa y el sudor se seca, el cansancio termina". Y acaba la carta diciendo algo grande: "A la cima no se llega superando a los demás, sino superándose a uno mismo. Tiempo sobra para los mediocres, pero tiempo falta para realizar tus sueños". ¿Qué le pareció Candi?

-¡Genial! A aquellos que suelen sostener que los espíritus románticos, los espíritus sensibles están casi siempre condenados a sufrir, a no acariciar la victoria, quiero decirles que no es así, todo lo contrario y lo demostró ese Gaudio romántico cuando al recibir la gran copa en París pronunció estas palabras: "Para mi mamá, para mi papá, para mi novia... los amo" y después se puso a llorar recibiendo la ovación de los franceses y del mundo. Hay un proverbio chino que dice: "Sólo los peces muertos se dejan arrastrar por la corriente". Hasta mañana.

Candi II
contacto


buscador

clima mas
Mín 2º - Máx 19º
nubosidad-variable.gif

la frase del día
"La ley de lemas debe ser derogada porque la ciudadanía ya le restó legitimidad"
Agustín Rossi (PJ)
Presidente del Concejo Municipal
Ver noticia


tapa edición impresa

la foto del día ampliar foto
ampliar foto

humor mas humor
ampliar

horoscopo mas
Géminis - 21/05 al 21/06
horoscopo

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados | Desarrollado por SPCOM