Uruguay: soja, vacas y directa

Miguel Carballal es presidente de la Asociación Uruguaya de Siembra Directa (Ausid), una organización creada a principios de los 90 cuando esta innovación productiva hizo pie en el país vecino. Tradicionalmente ganadero, el campo oriental asiste desde hace cuatro años a un proceso de acelerada expansión de la soja, lo cual desató las mismas discusiones que en Argentina. Para Carballal, sin embargo, la misma conciencia generada a través del desarrollo de la agricultura sustentable permitió integrar a la oleaginosa en los planteos mixtos.

"La soja es el cultivo que ha tenido la expansión más grande en los últimos cuatro años, partimos de 10 mil hectáreas hace cuatro años, pasamos al año siguiente a 30 mil, luego a 80 mil y este año 260 mil; si consideramos que en Uruguay se hacen 800 mil hectáreas de agricultura, es mucho", señaló.

Sin embargo, comentó que "por suerte la soja encajó muy bien en los sistemas de siembra directa, donde uno de los recursos que más hay que cuidar es el agua", y describió que "mucha de esta soja se hace sobre rastrojos de trigo y cebada y se logra el doble objetivo de cuidar el agua y rápidamente levantar un cultivo y estar implantando el siguiente".


El monocultivo
En Uruguay el debate sobre el monocultivo de soja está planteado y "desde Ausid se provoca permanentemente la discusión con los productores porque vemos la importancia tremenda de la rotación de cultivos".

Por otro lado, se trata de un país en el que tiene un fuerte peso la ganadería, "con mucho implante de pasturas en siembra directa".

"Son pocos los productores que hacen siembra directa continua, que serían los más pasibles de caer en este mal del monocultivo. según como den los números, tres o cuatro años son lo que demora en entrar la ganadería, tarde o temprano entra una pastura o una pradera".

No obstante, advirtió que en los últimos años "tenemos varios productores argentinos sembrando en Uruguay, que son los que veo que piensan más en soja-soja, y descartan el trigo por el consumo de agua en el perfil, pero creo que a medida que entiendan la importancia de las rotaciones van a adoptar nuestro sistema".

Carballal concluyó que "la ganadería y la agricultura están integradas en Uruguay, porque su topografía es ondulada, no como acá, donde se ven miles de hectáreas parejas; allá en cada campo hay algún bajo, arroyo o cañada, apto para una ganadería que un día está en un lado y otro día en el otro, pero siempre está".