Un portero fue cortado en el cuello en Cochabamba y Presidente Roca

El "loco del puñal" sumó una nueva víctima pero nadie tiene rastros de él

Héctor Basualdo dice que el sábado fue el primero de los cinco hombres atacados por el misterioso agresor

Cuando Héctor Basualdo vio en la televisión el identikit del denominado "loco del puñal", no tuvo dudas. "Es el mismo que me atacó el sábado al mediodía", se dijo. Y entonces se decidió a hacer la denuncia. El hombre, de 47 años y portero de un edificio, dice haber sido el primero de los -ahora- cinco atacados, aunque el último en dar a conocer el episodio. Su presentación quedó asentada en la seccional 5ª y se unió a las otras cuatro que obran en poder de los investigadores de Seguridad Personal.

En tanto, los pesquisas seguían anoche tratando de atar cabos para dar con el paradero del agresor que sembró pánico el pasado fin de semana y que llevó a muchos a entrar en un grado de psicosis temeraria, al punto de afirmar que "un loco anda suelto en las calles de la ciudad".

El sábado Basualdo dejó el edificio de Moreno al 1800 donde trabaja como portero, algunos minutos después del mediodía. Entonces empezó a caminar por Cochabamba hacia el este. "Es el recorrido que hago siempre. Voy hasta Paraguay donde tomó el 103 que me lleva hasta mi casa", aseguró ayer el hombre a La Capital en su vivienda de la zona sur.

"En un momento me pasó caminando un muchacho alto, pelado, con una camisa celeste y un pantalón clarito que llevaba en la mano una botella en una bolsa de supermercado", recordó Héctor. "Después empezó a caminar más despacio y yo lo pasé, pero el se volvió a adelantar hasta que cruzamos juntos Presidente Roca", agregó.


Un ataque desde atrás
Cuando Basualdo estaba a 100 metros de la esquina donde tomaría el colectivo supuso que el muchacho "corpulento, con cuerpo de patovica" ya no correría una carrera a la par suya. "El doblo por Roca como hacia Pellegrini y yo seguí hacia Paraguay", contó. Pero en esa última cuadra ocurrió lo que para Héctor fue "algo impensado".

"Sentí que alguien venía corriendo desde atrás y cuando me quise dar vuelta para ver que pasaba sentí el golpe en el hombro derecho", contó el portero agredido. "Enseguida me agarré la cara porque me dolió mucho y me salía mucha sangre. Tenía un corte muy profundo en la mejilla y otro en el hombro", agregó.

Según Basualdo, tras el ataque el agresor hizo un juego diferente al que protagonizó en los otros cuatro episodios, donde tras agredir a sus víctimas el "loco" se fue de la escena sin desesperación ni corriendo. "El tipo camino hacia atrás unos 15 metros y se paró. Entonces lo miré de frente mientras le mostraba un pedazo de vidrio de la botella que me había partido en el cuello y que levanté del piso. En vez de asustarse y salir corriendo, se reía y revoleaba la bolsa con la botella rota. Después se fue caminando como si nada".

Así las cosas, Basualdo regresó hasta el edificio donde trabaja y le pidió al administrador de la propiedad que lo llevara a curarse. En el Sanatorio de la Mujer le aplicaron siete puntos de sutura en la mejilla y un par más en el hombro. Pero después, el portero no registró denuncia alguna. "No me sentía bien, no tenía ganas de ir a la policía y además pensé que no iba a servir de nada", recordó Héctor.

Sin embargo, después de que el lunes La Capital diera a conocer los ataques sufridos el domingo por cuatro hombres en la zona céntrica de la ciudad y ese mismo día se difundiera el identikit hecho por la policía a partir de las denuncias, Basualdo no tuvo más dudas. "Yo no pude ver si tenía algún brazo vendado, como dicen ahora, pero el tipo tenía una camisa celeste de mangas largas y abrochada. Quizás haya estado vendado", aseguró el hombre.

El lunes a la tarde el portero dejó sentada su denuncia en la seccional 5ª y entonces, a pesar de ser el último hecho conocido, pasó a ser la primera víctima del "loco del puñal".

Héctor Basualdo se enteró de quién lo había atacado al ver el identikit en televisión.