El conductor debuta en un protagónico en cine con "Un hijo genial"

Julián Weich: "Me seduce hacer una comedia para la familia"

Dijo que hay que apuntar a una televisión que por lo menos "no maleduque"

Pedro Squillaci / La Capital

Julián Weich es una de esas personas que todo lo que toca lo convierte en oro, o en éxito, según cómo se mire. Desde "El agujerito sin fin", pasando por "Sorpresa y media", o el primer reality de la TV argentina, "Expedición Robinson". Arrasaron en el rating, pero siempre con su impronta. Hoy, "Trato hecho", que tuvo picos de 30 puntos el último domingo, sería quizá un programa del montón sin sus salidas desopilantes. "En un noticiero mi chispa no serviría de nada", admite en diálogo con este diario. Ahora va por el cine. Hoy se estrena en todo el país la película en donde realiza su primer protagónico: "Un hijo genial", dirigida por José Luis Massa. Y tras esta apuesta va implícito un desafío que, obviamente, va a desembocar en la tele. "Me seduce hacer una comedia para toda la familia", adelantó misterioso el actor y animador en diálogo con Escenario.

-¿Te sentís un papá genial?

-Mirá, habría que preguntárselo a mis hijos (risas). Lo seguro es que soy el mejor papá del mundo para mis hijos por las ganas con que hago las cosas, pero después la verdad es un gran misterio.

-Este es tu primer papel protagónico en cine, pero ¿alguna vez tuviste otra experiencia en la pantalla grande?

-Sí, hice una participación muy pequeña en una película llamada "S.O.S. gurubú", basada en las canciones de María Elena Walsh, pero fue una película que no tuvo mucha trascendencia porque era de muy bajo presupuesto. De todos modos, a nivel protagónico mi primera vez es con "Un hijo genial".

-¿Cómo te sentiste trabajando en un formato que es un tanto atípico para vos?

-Sintiéndome actor como me siento, no me fue muy difícil. Primero, por que realmente no fue una película que requiera de mí una elaboración de un personaje muy alejado y diferente de lo que soy. E incluso los conflictos que vive ese papá tampoco son muy distintos a los conflictos que vivo yo como papá y como persona. Me sentí muy cómodo por el equipo de trabajo, bajo las órdenes de José Luis Massa como director, a quien conozco desde hace mucho tiempo más personalmente que laboralmente. Pero fundamentalmente, y te recalco esto, por esta cuestión que siempre me sentí actor. Entonces no sentís que dejaste de hacerlo, a lo sumo tenés que practicarlo un poco. No te sentís extraño y no te olvidás la manera de comportarte frente a una cámara.

-¿Cómo es tu personaje en líneas generales?

-Se llama Mariano Vera, es un papá separado, con un hijo que interpreta Sebastián Francini. Está muy abocado a su trabajo, demasiado te diría yo, y eso hace que tenga algunos inconvenientes con su hijo y la mamá del nene, más algunos conflictos con su vida propia. Parte del nudo central de la película pasa por que el papá se dé cuenta qué es lo más importante en la vida, cuánto es importante su trabajo, cuánto la familia. Y bueno, pasan una serie de acontecimientos en la trama que hacen que este papá tome conciencia de muchas cosas.

-¿Te seduce la comedia?

-Sí, en mi trabajo habitual en la televisión todavía no se dio. Pero la idea es que en algún momento pueda hacer una comedia. Vamos a ver cuándo.

-¿Y a vos qué te gustaría hacer o ya tenés una idea dando vueltas?

-No, en mi cabeza en este momento no tengo nada. Pero me gustaría hacer una comedia para toda la familia, que es lo que más me divierte y me seduce.

-¿Considerás que esta película podría ser un disparador para un trabajo tuyo a futuro en la tele?

-No sé si un disparador. Por ahí la película la ven los productores de televisión y dicen "no, no me gusta que Julián haga una comedia". Yo creo que hay más posibilidades de que se dé a que no ocurra. Pero no quiero hablar hasta que la gente vea la película y opine. Y hasta que me vea yo mismo y pueda decir "esto me gusta y esto no me gusta".

-Tu perfil histriónico cada vez se percibe más. Aquí, en Rosario, tu programa "Trato hecho" se ve mucho, como en todo el país...

-(Interrumpe) Sí, nos llegan muchísimos mails de Rosario y Córdoba.

-Pero le agregás un plus con tu humor. Y por más que el formato esté probado en otras partes del mundo, con otro conductor no sé si tuviese tanto éxito.

-Me divierto mucho haciendo el programa. Y mi intención es divertirme para también divertir a los demás. Si eso llega a la gente, buenísimo, me parece que se ha logrado el objetivo.

-El humor es un componente que trabajás permanentemente en tus participaciones televisivas.

-Mirá, yo siempre fui así. No me doy cuenta cuando lo hago. Lo que pasa es que a veces tenés lugares en donde podés hacerlo y otros en donde no. Si yo estuviera conduciendo un noticiero probablemente mi chispa no serviría para nada. Porque obviamente no es lo mismo. Pero en un programa donde la gente se está divirtiendo, está jugando, está con la posibilidad de ganar plata, se dan factores para hacer chistes y bromear.

-¿Cómo ves la televisión en este momento, en un 2003 que fue prácticamente el año de la ficción?

-Creo que el nivel de ficción es excelente, la competencia hace que el nivel de ficción suba y que cada vez sea mejor en todos los canales. En cambio, en el rubro entretenimientos por ahí cuesta un poco levantar la apuesta porque está muy vinculado a la inversión. Quiero decir que el producto es mejor o más fácil producir cuanto más dinero se invierte. También depende de la situación del país, pero creo que tenemos que apuntar a una buena televisión, no que eduque pero por lo menos que no maleduque.

-¿Cuál es tu opinión de los realities. Es un formato que puede volver?

-Yo voy a opinar del que hice no de los que no hice porque para mí eso es una falta de respeto. A mí me encantó hacer "Expedición Robinson", me pareció que estaba la fantasía de la aventura de estar solo en una isla desierta vinculada a un reality. Los participantes quedaron agradecidos de hacerlo en las dos oportunidades, lo vivieron como una verdadera aventura más allá de que haya sido un programa de televisión. Me parece que fue el primero, el que abrió el camino, y creo que fue el mejor. Pero es una visión mía, propia, y no lo quiero comparar con otros, pero insisto con el tema de que es el que tuvo más condimentos de aventura.

-¿Podés volver con otro reality del estilo en el 2004?

-A mi alcance no. Estoy con la película y con "Trato hecho" y por ahora no quiero meterme en nada más. Prefiero poco pero bueno.

Weich y Sebastián Francini son padre e hijo en el filme.