La inseguridad sigue creando rispideces entre la Nación y Buenos Aires

Kirchner y Duhalde se reunieron para bajar el tono de la disputa

Aníbal Fernández le respondió a Beliz al asegurar que una denuncia sin nombres "no conduce a nada"

Mientras la polémica por la seguridad en la provincia de Buenos Aires se traslada al gabinete de Néstor Kirchner, el presidente y su antecesor, Eduardo Duhalde, intentaron ayer bajar el tono de la disputa con un encuentro en Casa de Gobierno y el gobernador Felipe Solá dijo estar "en la misma vereda" que el jefe del Estado.

Kirchner y Duhalde compartieron un acto público en la Casa Rosada, tras un encuentro reservado en el despacho presidencial para bajar los decibeles de la polémica. La excusa formal del encuentro fue el lanzamiento de las obras para transformar en autopista a la avenida Juan Domingo Perón -más conocida como Camino Negro-, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, donde Duhalde nació y fue intendente.

Según trascendió, Kirchner recibió en su despacho a Duhalde para analizar la problemática de seguridad que generó rispideces entre la Nación y la provincia. Voceros del duhaldismo señalaron que en el encuentro con Kirchner -que duró una hora-, Duhalde le comentó al mandatario su sospecha sobre la supuesta "intencionalidad de generar un clima de tensión" entre la ciudadanía.

Ambos dirigentes habrían coincidido en la cuestión de que "falta análisis" de la situación, porque "la sensación de inseguridad tan grande que se instaló no responde a las cifras reales del delito".

En ese sentido, trascendió que el ex presidente afirmó que existe "algo más cualitativo" en la concreción de delitos, que se viven "con más intensidad", y agregó que "son muy raras las metodologías empleadas, que no están en el orden delictivo".

Al respecto, los voceros agregaron que Duhalde, quien dio por superado el entredicho entre Nación y provincia por la responsabilidad en la ola de inseguridad, comentó que "cuando los captores y la familia del secuestrado acuerdan el pago de un rescate, muchas veces no se cumple con lo pactado", algo que "llama la atención".

El cara a cara entre Kirchner y su antecesor, enmarcado en la firma de un convenio de obras públicas, se dio casi al mismo tiempo que Solá presentaba el nuevo plan de seguridad en La Plata, oportunidad en la que el gobernador destacó que está "en la misma vereda" que Kirchner y remarcó que "no habrá soluciones si no hay soluciones conjuntas".

Si bien volvió a evitar una polémica con el santacruceño, Solá pareció deslizar una respuesta al ministro de Justicia, Gustavo Beliz, quien acusó directamente a la dirigencia política, entre la que está en primer lugar el PJ de la provincia de Buenos Aires. El gobernador advirtió que la Bonaerense "tiene más trabajo" que otras fuerzas. Además, enfatizó que instruyó a sus colaboradores para que no se sumen a la polémica con las autoridades nacionales.

Pese a las señales de apaciguamiento, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó que "en situaciones tan críticas como las que se viven en la provincia de Buenos Aires, (los delitos) difícilmente se puedan hacer sin anuencia de las autoridades".

En tanto, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, salió directamente al cruce de Beliz al advertir que una denuncia sin nombres "es una expresión más que no conduce a nada" y que debería ir acompañada "con una denuncia puntual hacia tal o cual persona, que es la responsable".

En cuanto al plan de seguridad para el conurbano, que fue presentado ayer "no como lo ideal, sino como lo posible" por el ministro provincial Juan José Alvarez, su efectividad fue puesta en duda desde diversos sectores.


Sin efectos inmediatos
El ex ministro León Arslanián advirtió que no deben esperarse "efectos inmediatos" y el juez camarista de San Isidro, Fernando Marotto, opinó que la idea de saturar de policías tiene un efecto "relativo" porque es "desgastante" y comienza a declinar después de 15 o 20 días.

El ex juez y ex secretario de Seguridad bonaerense durante la gestión de Pedro Klodzyc en la Policía, Alberto Piotti, recordó que en ocho años de gestión de Duhalde en la provincia "hubo ocho" ministros del área "y sin embargo no pudimos superar este tipo de problemas".

Precisamente, Alvarez aseguró que no se siente agredido por las críticas hacia la política de seguridad y descartó divergencias con Beliz. "Estamos de acuerdo e incluso me pidió algunas cuestiones que podría llegar a implementar en la ciudad de Buenos Aires", señaló, además de afirmar: "No me siento agredido ni cuestionado".

En tanto, el intendente de la comuna bonaerense de Avellaneda, Oscar Laborde, señaló a Duhalde como "el principal responsable de la inseguridad que se vive en la provincia". Laborde sostuvo que "es de cínicos que asuman una actitud de desentendimiento, como si no tuvieran responsabilidad alguna en los hechos trágicos que a diario suceden".

Kirchner y Duhalde se mostraron juntos.