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 martes, 04 de noviembre de 2003

Medida judicial por frustrado golpe en una casa de Colón al 1900
Liberaron al joven que mató a un ladrón
Alejandro Albertengo volvió a su vivienda tras declarar ante la jueza. Fue identificado el asaltante muerto

Jorge Salum / La Capital

Alejandro Albertengo, el joven que la madrugada del sábado mató a uno de los ladrones que habían ingresado a su vivienda familiar de Colón al 1900 y que ya habían reducido a sus padres y a su hermano mayor, fue excarcelado anoche por orden de la jueza de Instrucción que investiga el episodio, Mónica Lamperti. Aunque al cierre de esta edición no había precisiones sobre la situación procesal de Albertengo, un vocero de la pesquisa dijo que la magistrada habría dictado la falta de mérito y que tras ser liberado se reunió con sus padres y su hermano, que estaban en la casa la noche del hecho. Al mismo tiempo, se conoció ayer la identidad del ladrón fallecido: se trata Martín Romano, de 52 años, a quien la policía de la provincia de Buenos Aires tenía sindicado como un sujeto "muy pesado" y con abultado prontuario.

Alrededor de las 2.15 del sábado, el joven Albertengo dormía en su casa de la calle Colón 1951 cuando escuchó ruidos. Tres sujetos habían irrumpido en la vivienda y ya habían controlado a sus padres, el médico Carlos Albertengo y su esposa Cristina, quienes también estaban descansando. Luego hicieron lo propio con Andrés, el hermano mayor de Alejandro, de 26 años, contra quien uno de ellos gatilló infructuosamente un arma.

Cuando Romano entró en la habitación de Alejandro, que estaba a oscuras, el joven tomó una pistola 9 milímetros y abrió fuego. El delincuente recibió un disparo en la cabeza y otro en el tórax y cayó muerto sobre la cama.

Al escuchar los disparos, los cómplices de Romano escaparon. Junto al cadáver quedó un DNI a nombre de Santos Bareiro, que de entrada los detectives de la Brigada de Homicidios que encabeza el comisario Daniel Corbellini percibieron como falso. Las sospechas se confirmaron ayer, cuando finalmente se conoció la verdadera identidad del muerto.

Respecto a Romano y los dos cómplices, fuentes de la Brigada de Homicidios aseguraron anoche a este diario que se trata de un asaltante con experiencia, un delincuente acostumbrado a planificar sus golpes, un "veterano" al que atribuyen participación en distintos atracos cometidos en varias provincias. El último domicilio conocido de Romano es en la ciudad de San Nicolás, de donde se sospecha que serían también sus compinches.

Por otra parte, los voceros de la pesquisa se mostraron convencidos de que Romano y su banda entraron a la casa de la familia Albertengo buscando armas, que posiblemente incluyen algún tipo de fusil más o menos sofisticado, que el médico y sus hijos poseen por su afición a la caza. También ratificaron su intuición de que el golpe fue prolijamente planificado y no descartaron que aún cuando la banda se desplazara desde San Nicolás, contara con apoyo local.

Ayer todavía no se había podido determinar un dato relevante para la investigación: cómo entraron los delincuentes a la casa de la calle Colón. Además, no había rastros sobre los dos sujetos que escaparon, aunque persistía la sensación de uno de ellos resultó herido durante el intercambio de disparos con Albertengo.

Los Albertengo, en tanto, esperaron todo el día para saber qué ocurriría con Alejandro. Finalmente se encontraron anoche, cuando la jueza Lamperti excarceló al menor de los jóvenes. La familia, que ya había sido asaltada tres veces, aún seguía conmocionada por el violento episodio, que conmovió además a todo el barrio.

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La jueza Lamperti sale de la casa asaltada.

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