Sportivo Rosario resurgió de las cenizas

El Club Sportivo Rosario, de Servando Bayo al 500, está funcionando a pleno después de un año de penurias. Es que la tradicional entidad del barrio Ludueña estuvo al borde del cierre en un complicado proceso de quiebra, que por estas horas concluyó. "A pesar de la terrible crisis y con un gran esfuerzo el barrio consiguió salvar al club, y hoy está funcionando casi a pleno", explicó Juan Carlos Blanco, uno de los artífices del salvataje.

Blanco y otros vecinos conformaron una especie de comité de crisis para hacer frente a la situación y no sólo lograron frenar el remate de las instalaciones, sino que terminaron con el proceso de quiebra. Ahora la pileta climatizada está funcionando a pleno y también se realizan actividades deportivas como básquet, vóley, gimnasia y gimnasia acuática, entre otras.

El club se inauguró en 1923 y el llamado a remate incluso se publicó en medios de comunicación y judiciales. La deuda de la entidad era sólo de 15 mil pesos, mientras que la base de la subasta se fijó hace un año en más de 210 mil pesos.


El origen de la deuda
Según comentaban en aquel tiempo los vecinos y socios del club, la debacle comenzó con una pequeña deuda que la comisión directiva contrajo para techar la cancha de básquet. "Fueron mil pesos en un inicio que a lo largo de los años se transformaron en 15 mil, pero nadie advirtió de esta situación", comentó entonces Damián Carbajal, uno de los responsables del natatorio climatizado.

Ahora la entidad, que logró mantener alrededor de 400 socios que pagan una cuota de tres pesos mensuales y las actividades deportivas aparte, llamará a una asamblea para volver a constituir la comisión directiva.

"Ahora podemos salir del comité de crisis y de esa manera se podrá resolver cómo seguir adelante; por ejemplo, la explotación del bufé y la organización de otras actividades", explicó Blanco.

El Sportivo no es la única entidad deportiva que sufrió los embates de la crisis económica y que estuvieron a punto de cerrar las puertas. En esa instancia el propio secretario de la Asociación Rosarina de Entidades Deportivas Amateur (Areda), Héctor Gallo, instó a las autoridades estatales a intervenir en esas situaciones. "Los clubes chicos tienen una gran responsabilidad social y hay que apuntalarlos", dijo Gallo cuando el Sportivo estuvo a punto de desaparecer.