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 sábado, 01 de noviembre de 2003

Dos nenes contaron a la policía cómo murió su padre en barrio Las Flores
Matan de un tiro a un almacenero delante de sus hijos
Dos ladrones lo emboscaron frente a su casa. Le apuntaron a uno de sus chicos y quiso defenderlo. Fue fatal

Ariel Etcheverry / La Capital

A quemarropa, delante de sus hijos y en la puerta de su casa. Así lo mataron al almacenero Fernando Rey, de 28 años y padre de cuatro chicos, cuando dos asaltantes lo emboscaron al volver luego de cerrar su negocio. El comerciante reaccionó al ver que uno de los maleantes le apuntaba con su arma al más grande sus hijos, que tiene 9 años, y lo ejecutaron. La policía no tenía pistas firmes sobre los homicidas porque los únicos testigos directos fueron los pibes, quienes quedaron shockeados por lo que vieron.

El crimen ocurrió cerca de las 21 del jueves, en la esquina de Rosa Blanca y Rosa Silvestre, en pleno barrio Las Flores. La tormenta que se había desatado unas horas antes estaba en su momento de apogeo y transformó las calles del populoso vecindario de la zona sur en un páramo. Los delincuentes que abordaron a Rey se ampararon justamente en la oscuridad y en la desolación tras la lluvia y el fuerte viento. El hombre era dueño de una granja y verdulería ubicada a pocas cuadras de allí, en Heliotropo al 1900, frente a la plaza Nuestra Señora de Itatí.

Ese paseo público es una especie de "centro" neurálgico del barrio. En una de las esquinas se encuentra la Asociación Vecinal y a media cuadra la parroquia. Rey estuvo atendiendo como de costumbre hasta las 8 y media de la noche cuando decidió cerrar. El almacenero estaba en compañía de sus hijos Franco, de 9 años, y Facundo, de 7. Fuentes de la subcomisaría 19ª, donde se investiga el homicidio, señalaron que Fernando y los chicos fueron caminando hasta la casa. Seguramente habrán cruzado la plaza en diagonal para acortar camino. Cuando estaban llegando a la casa fueron sorprendidos por dos hombres jóvenes.


Lo que dijeron los nenes
"Los delincuentes llevaban ropas de lluvia tipo pilotos y capuchas. Por lo que contaron los chicos los estaban esperando, escondidos detrás de un tapial. A esa hora llovía mucho y la zona ya por sí es bastante oscura", comentó un vocero de la sub 19ª. "Creemos que en algún momento Rey se resistió. Uno de los ladrones le puso un revólver en la cabeza a uno de los nenes, el comerciante reaccionó y le dispararon directo al pecho con un arma de calibre chico", graficó el vocero.

Rey quedó tendido en la vereda frente a la mirada aterrada de sus hijos y también de Susana, su mujer, quien al escuchar los gritos salió a la calle y se encontró con un cuadro de espanto. Al escuchar el estampido, los vecinos salieron a la calle y quedaron horrorizados al verlo a Fernando inerte en el suelo. Llamaron al Sies, pero la ambulancia nunca llegó. Un móvil de la policía llevó al herido hasta el Hospital Clemente Alvarez, pero el esfuerzo fue inútil.

"Por la lluvia y el viento todos estábamos adentro, sino esto no pasaba porque nosotros siempre estamos sentados en la vereda", afirmó Margarita, una vecina que vive en diagonal a la casa de Rey. "Anoche no dormí de la impresión. Era un tipo trabajador y la mujer no se movía de la casa, atendiendo a los chicos". El lugar donde ocurrió el crimen es de casas humildes, de material, y casi todas presentan una prolija fachada. Es el sector donde viven los habitantes más antiguos del vecindario, es decir lo que llevan casi 30 años allí. Fernando Rey era justamente uno de esos vecinos. Era hijo de un policía, el suboficial mayor Roberto Rey, que revista en la sección Personal de la Unidad Regional II.

Hasta hace un año y medio, Fernando y su familia vivían en la parte trasera del inmueble de Heliotropo al 1900. Pero, por una necesidad de espacio, se mudaron a la casita de Rosa Blanca al 6900 bis. Muchos vecinos y amigos se llegaron hasta el negocio donde se armó una capilla ardiente para su velatorio, que comenzó cerca del mediodía de ayer. Las muestras de dolor eran permanentes no sólo de adultos sino también en los amiguitos de Facundo y Franco. La gente se fue agolpando frente a la plaza Nuestra Señora de Itatí para acompañar a la familia.

Mientras eso ocurría, el reclamo por mayor seguridad en el barrio quedó nuevamente al descubierto. "Se llenó el balde de barrio Las Flores. La cosa no va más. Hay que buscar al culpable y darle por la cabeza. Aquí la situación es muy difícil. Es un desastre, no sabés si podés salir de tu casa", afirmó Angel Correa, quien conocía a Rey desde chico. A su lado, otro hombre, cliente del almacenero, dijo: "Esto le pudo pasar a cualquiera".

Hartos por la sensación de inseguridad, uno grupo de vecinos decidieron organizar para el lunes, a las 15, una concentración en la plaza Itatí. Los motivos se vinculan a la falta de respuesta de la policía y a pedirle a la Municipalidad que mejore el alumbrado público. "Hace dos semanas que toda esta zona está a oscuras", comentó Cintia con relación a las cuadras linderas con la plaza. Las críticas también las recibió la policía. "No se ve un solo patrullero. Tiene que pasar algo así para que salgan a la calle".

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A Fernando Rey lo velaron en su propia granja.

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