| miércoles, 01 de octubre de 2003 | Preocupación de la Iglesia argentina El gobierno y la Iglesia argentina se sumaron ayer a las múltiples voces de preocupación por el frágil estado de salud de Juan Pablo II y comenzaron a darle cierta veracidad a los comentarios sobre una posible dimisión al gobierno pastoral de la Iglesia Católica. "Todo hace suponer que esta más grave de lo que se dice", reconoció un vocero eclesiástico.
En tanto, un portavoz gubernamental reveló que el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, mantiene un contacto telefónico "permanente" con el embajador ante la Santa Sede, Vicente Espeche Gil, pero "sin más noticias inquietantes que las publicadas".
Las fuentes consultadas se hicieron eco, asimismo, de la opinión del cardenal Joseph Ratzinger. "Si así lo expresan sus colaboradores, es lógico que crezca nuestra preocupación", subrayó un religioso, al tiempo que calificó como "todo un signo" que el Santo Padre haya convocado a un consistorio anticipadamente y haya designado arzobispo a su secretario personal, Estanislao Dziwisz.
Tras reiterar que "no habría que descartar una dimisión del Santo Padre", pidió que se rece por la salud del Papa y para que la decisión que tome sea "la mejor para toda la Iglesia". (DYN) enviar nota por e-mail | | |