| sábado, 09 de agosto de 2003 | Los militares tuvieron ayer su "contramarcha" En el mismo lugar donde familiares de víctimas de la dictadura reclaman habitualmente sobre el destino de sus parientes, cerca de doscientas personas se reunieron ayer para manifestar su oposición a la posible extradición de militares y pedirle al presidente Néstor Kirchner que "olvide" lo sucedido durante el último gobierno de facto.
"Kirchner, basta de pelear, empezá a gobernar", señalaban las pancartas que, confundidas entre banderas argentinas, reclamaron desde la histórica Plaza de Mayo que haya "justicia para los dos lados, para los militares y los guerrilleros".
"Nuestros militares ya fueron juzgados, un juez extranjero no puede extraditarlos", señaló Carlos Schinoni, uno de los promotores de la convocatoria, en referencia al pedido del juez de la Audiencia Nacional de Madrid, Baltasar Garzón, quien pretende juzgar en España a casi medio centenar de represores de la dictadura argentina.
Tras entonar el Himno Nacional, los militares, ex uniformados y familiares que se manifestaron en Plaza de Mayo (se vieron también muchos adolescentes con uniformes escolares) anunciaron que entregarán una carta a Kirchner para pedirle "cerrar las heridas y mirar hacia el futuro". Tampoco ahorraron críticas hacia la figura del general (R) Martín Balza.
"Los hechos del pasado no deben ser para separar a los argentinos, sino para unirlos. Ninguna sociedad se funda en el rencor y la venganza", señala la misiva, que fue repartida en la marcha por los organizadores.
Ante la posibilidad de que se anulen las leyes de obediencia debida y punto final -lo que abriría la puerta a cientos de demandas contra militares-, el teniente coronel retirado José Lavori aseguró que la situación por la que atraviesan los represores reclamados por el juez Garzón "es injusta y totalmente gratuita, es innecesario volver al pasado. Hoy más que nunca, con los problemas que tiene Argentina, es necesario mirar hacia adelante".
En el acto también se leyó una lista de las víctimas de diversos ataques perpetrados contra las Fuerzas Armadas desde la llegada al poder de la última dictadura militar.
Un día después de que las Madres y Abuelas se reunieran frente a la Casa de Gobierno, como todos los jueves, para recordar a sus familiares -muchos de los cuales todavía permanecen desaparecidos-, las banderas e insignias argentinas regresaron a la Plaza de Mayo, pero esta vez para hacer oir la voz de "la vereda de enfrente". enviar nota por e-mail | | |