| miércoles, 06 de agosto de 2003 | "Al policía nunca lo llamaron a declarar" La familia de Gauna asegura que el arma fue plantada y que no se encontraron pruebas de un enfrentamiento "Seguiremos peleando para que a (el policía Rubén Darío) Blanco lo investiguen por homicidio simple", dijo Gladys Gauna, la mamá de Carlos. La mujer considera que no es posible que la muerte de su hijo sea comparada con la que ocurre en un accidente de tránsito inevitable y que dejaría al policía en libertad y en su mismo puesto de trabajo. Y aseguró que, hasta el momento, el policía que mató a su hijo no fue citado a declarar.
Los primeros en encontrar a Carlos mortalmente herido fueron su abuela, Antonia Novatti, y su padrastro, Omar Ramírez. Llegaron junto a un policía -de apellido Moreira- que los acompañó hasta el lugar. Los dos familiares denunciaron desde el primer día que no había arma alguna junto al cuerpo de Carlos, y que ningún policía encontró en ese lugar el revólver que luego figuró en el expediente. Sus testimonios se contraponen a las conclusiones del juez.
"Las pericias tampoco pudieron encontrar rastros, marcas, ni ninguna prueba de los disparos que supuestamente tiraron desde el interior del terreno", señaló Gladys Gauna. Recordó que ese mismo día los policías que llegaron al baldío convocados por la patrulla que llegó primero, donde estaba Blanco, no habían recibido el alerta por un enfrentamiento. Y remarcó que el policía que disparó a su hijo sostuvo que sólo había realizado "dos disparos al aire".
Gladys Gauna subrayó que está comprobado que su hijo y el amigo que estaba junto a él, un menor apodado "Gallito", no dispararon armas. Eso fue corroborado por las pericias para constatar restos de pólvora, que arrojaron un resultado negativo.
Del resto de los involucrados, los dos cirujas se encontraban a más de 50 metros hacia el sur, sobre la pared del baldío que está contra las vías. De modo que si hubiesen disparado ellos -lo que podría sustentar la hipótesis de un intercambio de tiros-, Blanco debió haber apuntado en otra dirección, hacia donde surgieron los disparos, lo que no habría implicado riesgo para Carlos, que estaba a más de media cuadra de los cirujas.
El tercer chico involucrado en la causa, Fabio Siaira, nunca entró en el baldío. A pesar de eso, aún se encuentra ligado a la investigación por el supuesto robo. En forma contrastante, el menor que estaba al lado de Gauna quedó desligado de esa sospecha. Su situación fue analizada por el juez de menores Juan Leandro Artigas, que fue quien ordenó el test para detectar si tuvo contacto con armas de fuego.
"No nos vamos a quedar con esta respuesta de la Justicia, vamos a seguir peleando hasta que ese policía quede preso", aseguró Gauna. enviar nota por e-mail | | |