Con su talento innato el alero de San Antonio Spurs despertó la pasión de muchos corazones que ahora laten al ritmo de sus actuaciones. Eso generó también una explosión en los medios que derivó en la exposición pública permanente de los padres de Manu. Una situación que ni Jorge ni Raquel esperaban y mucho menos para la que se habían preparado. Por eso a veces se fastidian un poco, aunque terminan atendiendo los motivos periodísticos. "Pese a que estamos a millones de kilómetros de distancia lo comprendo a Maradona cuando se volvía loco, vivir acá estos últimos días es algo que no se puede creer. Yo sé que todo el mundo tiene derecho a hacer la nota, pero también nosotros tenemos derecho a vivir", dijo el padre -el más quejoso con esto- a modo de catarsis, antes de aclarar que esto no tiene tanto que ver con los diarios porque sólo "nos buscaron de La Nueva Provincia (de Bahía Blanca), Clarín, La Nación y ahora La Capital", pero las radios "son como 200.000. Es tremendo, y además excede a lo deportivo". Una de las explicaciones que tiene esa molestia hay que buscarla en el sentido común de una familia de clase media que vive la realidad cotidiana: "La situación no está para estar apareciendo en todos lados, uno no conoce esto y tiene cierto temores".
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