Domínguez: "Acepto los insultos, por eso debo mejorar"

El volante hizo autocrítica y reconoció su floja actuación

No jugué bien, lo hice muy mal y la gente tiene derecho a expresarse". El capitán rojinegro Sebastián Domínguez cargó con todas las culpas. Las propias y ajenas. Había que buscar un culpable a la mala actuación del equipo. Y el Negro, esta vez, se llevó todos los insultos más allá de que la mayoría de sus compañeros lejos estuvieron de brillar y salvarse de las críticas.
El Negro pasó por el antidoping y fue el último en dejar el estadio. Y a pesar del duro momento que tuvo que soportar le puso la cara a la situación para decir lo suyo. "La gente puede estar fastidiosa conmigo, pero más allá de mis actuaciones más hincha de Newell's que yo no hay nadie. Lamentablemente las cosas no me salieron, pero no siempre podés hacerlo de manera correcta y a veces tenés malas rachas. Si estamos unidos vamos a poder salir, caso contrario seguiremos sumergido en esta irregularidad".
"Hubo momentos en los que jugué de manera normal y la gente me apoyaba, más allá de que por dentro estaba jugando para seis puntos. En esta ocasión me insultaron, lo acepto y debo mejorar", agregó el defensor devenido en volante central en la charla que mantuvo con Ovacion.
El Bambino, cuando se lo consultó por los insultos que recibió Domínguez, confesó que en la semana hablará con él para luego decidir si lo mantendrá en el equipo u optará por preservarlo. Sobre esto, el Negro opinó: "Con Olimpo y Gimnasia no fui de los peores, por eso no creo que tenga una racha tan negativa. Estoy jugando normal, pero en este cotejo reconozco que no lo hice bien y fastidié a la gente. Más allá de todo eso, yo quiero seguir jugando".
Domínguez es uno de los jugadores más frontales del plantel. Y también uno de los que tenía una buena comunicación con la gente. Por lo menos hasta ayer. "Todos los romances alguna vez se acaban. Ojalá que me pueda reconciliar con la gente. Aunque pienso que esta semana será dura", sostuvo el defensor que se retiró acompañado de su novia y se fue en busca del apoyo que le pudiera otorgar Leonardo Ponzio, otro de los que el año pasado en un empate ante Olimpo fue el receptor de toda la bronca leprosa.