La impaciencia de la hinchada leprosa llegó a límites hasta hace poco insospechados. Comenzó con el tradicional "esta noche no podemos perder" y estalló en el segundo tiempo con el reclamo hacia el Bambino Veira. "Hacé algún cambio la p... que te parió" se oyó a los 27' y tres minutos después se repitió con el "sacá a Domínguez", con estribillo repetido. ¡Crac! Algo se rompió. No hay más paciencia. ¿Créditos agotados? Así parece. La falta de resultados, de no pelear por cosas importantes, son las causas. ¿Pero toda la culpa es del técnico? Seguramente, la respuesta de cada hincha en particular, y no en comunidad, tranquilo y no con los nervios del partido; dará como reflexión que no. Es tiempo de entender que este equipo pinta más de lo que produce. Que si no logra más es porque no le alcanza. Un ejemplo de ello fueron los cambios ensayados por el DT (no hizo caso al pedido de sacar al capitán Sebastián Domínguez). Los titulares, que por algo lo son, no respondieron a las expectativas. Quienes ingresaron no cambiaron la historia, por más que hayan jugado pocos minutos. Que otros intentos anteriores tampoco dieron frutos. ¿Entonces? La realidad es esta. Hoy Newell's quedó muy lejos de clasificar para la copa Sudamericana, no tanto por los números como por su juego. Quedan cuatro partidos y habrá que encontrar respuestas. Está en Veira, a quien ayer los hinchas empezaron a atacar. Con razón o sin ella, pero algo hizo crac en la noche del improductivo 1 a 1 con Racing.
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