Año CXXXVI
Nº 49.837
Rosario,
sábado 10 de
mayo de 2003
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Catástrofe en Santa Fe
Al menos, el agua está bajando

Se cerró la brecha del terraplén sobre el Salado y el incesante bombeo ya desagotó sectores urbanos que estaban anegados
Para Hugo Rodríguez será difícil recuperar su vivienda. (Foto: Hugo Ferreyra)

 

El cierre de la brecha en el terraplén de defensa -en inmediaciones del hipódromo de Las Flores- que impide desde ayer el ingreso del río Salado al casco urbano y los trabajos de desagote significaron un importante alivio en la situación que sufre Santa Fe. El titular del Comité de Crisis, el ministro de Gobierno Carlos Carranza, lo describió de forma contundente: "El agua baja fuertemente con el cierre de la brecha". La extracción se realiza con bombas en los barrios más afectados como San Lore...




Catástrofe. Alquilar una casa se convirtió en un problema de difícil solución
Okupas: el drama habitacional está quedando al descubierto

Aumentan las denuncias por usurpación, aunque hay muchos casos de acuerdos entre propietarios e intrusos
Unas 28.000 casas fueron afectadas por el aluvión. (Foto: Hugo Ferreyra)

 

Américo Tejedor tiene 44 años. Con su esposa y 4 hijos son evacuados del barrio Santa Rosa de Lima. El agua lo tomó de sorpresa como a la mayoría y apenas pudo tomar a sus hijos, treparse a una embarcación que lo depositó en el puerto y luego en la Escuela Avellaneda, pero de allí también debieron salir. Ahora viven junto con otras familias en una casa que ocuparon en el centro. Su historia es similar a la de muchos damnificados y abre otro problema también de difícil solución: los intrusos y la...




Historia. Se evidencia un marcado deterioro de las condiciones ambientales
Ahora viene lo peor de la inundación

En Santa Fe empieza a quedar al descubierto la real dimensión de las pérdidas por la embestida del Salado
Britos (tercero de la derecha) en el barrio San Lorenzo. (Foto: Gustavo de los Ríos)

 

Santa Fe (enviado especial).- Desde los techos miran con desconsuelo el agua marrón, cada vez más olorosa y pesada. Todo el mundo habla de "las pestes" con renovada insistencia. De la misma forma, se empieza a pensar en que lo peor está por ocurrir cuando finalmente bajen las aguas y los desposeídos por la violencia de la crecida se enfrenten a la más cruda cara de esa pérdida, el barro en las paredes, el piso y en el techo, y las preguntas sin respuesta, ¿cómo se remonta semejante desastre, qui...




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