Lo mismo que en sus 24 años de eterna y desgastada gestión, Julio Grondona se declaró ayer incompetente en un tema tan crucial y de extrema gravedad como la violencia en el fútbol argentino, centrado en particular en las barras bravas, que el domingo al mediodía se cobró dos nuevas víctimas fatales. "No sé qué es lo que hay que hacer para terminar con la violencia", se sinceró el presidente de la AFA, que acaba de cumplir 24 años en el cargo sin que el recurrente problema de la violencia logre solucionarse o al menos haya un mínimo de esperanza para erradicarlo definitivamente. Grondona prefirió atribuir el brutal enfrentamiento entre barras de River y Newell's a "los problemas que tenemos diariamente los argentinos en materia de seguridad en la vida social. La gente no está bien". Y, resignado, añadió que no ha "estudiado esos temas para poder manifestar qué es lo que se debe hacer o qué se debe dejar de hacer". Grondona calificó a los barrabravas de "animales irracionales" y, nuevamente desbordado por la situación, aceptó que, "honestamente, creo que no es muy fácil solucionar cosas". Luego salió moderadamente al cruce de críticas del ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, quien denunció que el comité a su cargo "no es escuchado" por la AFA, al afirmar que sí mantiene comunicación. Y sobre el final de la nota se guardó una de sus típicas ironías. "Lo mejor que se puede hacer para terminar con la violencia en las canchas es no jugar más partidos. Así, entonces, no tenemos más problemas ni hay actividad, y lógicamente, será la única forma de que no se peleen los distintos sectores que están encontrados", cerró. Por último, se le preguntó si hablaba en serio, ante lo cual respondió con una frase que manifiesta su absoluta desorientación en el tema: "La verdad, no sé qué contestar. Todos los días estamos analizando lo mismo". (Télam)
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