Había que verlo a Héctor Veira gritando y sufriendo en el final. Se tomaba la cabeza cuando su equipo perdía la pelota y Unión se venía. Hacía gestos una y otra vez. Caminaba de un lado hacia otro, ponía las manos en el bolsillo, se acomodaba el pelo y volvía a gritar. Estaba nervioso como nunca. Este Newell's, el del sufrimiento, ya había perdido varios puntos por distracciones en el final. Y temía que esa misma película se repitiera en el estadio tatengue. "Era bravo este partido. Unión se mató para empatar y nosotros de contragolpe tuvimos dos o tres ocasiones para definirlo. Hicimos un muy buen primer tiempo, pero en el complemento debido a las lesiones tuvimos que hacer varios movimientos tácticos. El equipo se plantó bien y de contra lo pudo liquidar", manifestó el Bambino con esa notable verborragia que lo caracteriza. Con el ímpetu de siempre, ese que le pone para responder a cada pregunta que se le hace, el entrenador sostuvo que "en lo anímico este equipo me ha demostrado gran amor propio". -¿Descomprime la situación? -No pasaba nada. Lógicamente por la campaña en sí el momento era complicado, pero en juego no. Lo que sucede es que no estábamos bien en la tabla. Este equipo merecería tener 4 ó 5 puntos más, te lo digo yo. Se perdieron puntos increíbles. Temor al empate. "Sin dudas que tenía temor, lo que pasa es que no acertábamos con el contraataque. Tuvimos en el arco rival dos o tres mano a mano que no pudimos definir. Y vos sabés que cuando no convertís en el arco rival te aciertan en el tuyo. Por eso yo pedía concentración porque Unión se venía, pero no tuvieron la suerte necesaria y nosotros encontramos la nuestra". Rival nervioso. "Unión jugó con mucho nerviosismo . Me imagino lo que es jugar así, con esa espada de Damocles por estar peleando en la promoción. Es muy complicado. Se mataron para sacar un buen resultado, pero no se les dio". ¿Defensivo yo? "Yo no sé venir a defender, será porque siempre jugué y dirigí clubes grandes. Trato en lo posible de que el equipo sea equilibrado". Manso y su vuelta. "Manso estuvo muy bien. Trabajó de manera intensa durante diez días y las dos últimas prácticas las realizó en el barro y no sintió nada. Entonces dije "a la cancha". El estaba para jugar un poco más de 45 minutos. Pero estando bien Damián, Newell's gana en fútbol, en presencia futbolística". Victoria de visitante. "Se ganó de visitante y se cortó con una racha negativa, algo que les viene bárbaro a los jugadores. A la gente también, porque no nos ha abandonado nunca. El otro día el recibimiento tras la derrota en el clásico fue monumental, memorable. Los jugadores sintieron ese respaldo".
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