Leonardo Talamonti arrancó el partido como estampilla de Hugo Morales y terminó siendo una de las figuras del partido. Esa simple apreciación es la mejor aliada para sostener que el esquema táctico implementado por Miguel Angel Russo se convirtió en el aval que tuvo Central para controlar a Lanús. Si bien la actuación del Oveja amagó con desdibujarse cuando de entrada Roberto Ruscio le sacó la amarilla por una infracción a Hugo Morales, y esa acción lo condicionó para el resto del cotejo, con el devenir de los minutos se las ingenió muy bien para controlar su vehemencia y terminar cumpliendo una tarea para destacar. No sólo anuló los intentos del conductor granate, sino que en el segundo tiempo se dio lugar para entregar con precisión la pelota y no desentonar en el juego que propuso el equipo de Russo. Otro de los que se sintió muy cómodo con las ramificaciones de la posición del Oveja fue Pablo Sánchez. Vitamina se paró delante de Talamonti y de sus pies germinaron las mejores acciones ofensivas de Central. Sobre todo cuando se asoció con Messera y se fundieron en una circulación fluida. Es cierto, colectivamente los canallas muy pocas veces adjuraron del credo de la pelota asegurada y los movimientos con vuelo futbolístico, pero siempre dejaron la sensación de ser los dueños del trámite. Quizás al fútbol de Vitamina le faltó merodear con más frecuencia el área de Claudio Flores, pero en este punto hay que darle la derecha porque la idea de Russo era colocarlo cerca de Talamonti para que el Oveja se dedicara sólo a quitar y entregarle la pelota para transformarlo en el distribuidor. Este dispositivo puesto en práctica por los canallas también le permitió al Loncho Ferrari proyectarse con menos frecuencia pero con más efectividad. El gol que definió el partido es un resumen del objetivo madre de la apuesta pergeñada. Porque esa jugada Delgado la empezó por izquierda y el Locho la terminó por derecha. El abecé de lo que quiere el entrenador canalla de sus marcadores de punta, que cuando trepen por sus carriles lo hagan con sorpresa y definan la maniobra. En definitiva, lo que se sospechaba que iba a ser una movida complicada porque no se sabía cómo iban a rendir los jugadores afectados al plan, al final terminó siendo el argumento en el que se apoyó Central para edificar su faena. Tal es así que los rendimientos de Talamonti y Vitamina Sánchez, por citar a los jugadores más tocados con la mutación de posiciones, lo ponen en un lindo aprieto a Miguel Angel Russo para elegir el equipo que afrontará el partido por la tercera fecha ante Gimnasia en la ciudad de las diagonales cuando disponga también de Daniel Quinteros, el Mellizo Barros Schelotto y Martín Mandra.
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