Los que afirman que el entrenador Miguel Angel Russo -por ser de la escuela de Carlos Salvador Bilardo- es un adepto a las cábalas, tienen razón. Tal como muchos suponían en la semana, ayer el equipo auriazul lució nuevamente la camiseta blanca con dos tiras verticales azules y amarilla que había estrenado en este torneo Apertura en la fecha pasada, frente a Nueva Chicago, con tan buen resultado. Y anoche otra vez la cábala estaba arrojando grandes dividendos en Santa Fe, pero con Daniel Giménez no hay cábala que valga. El árbitro hizo un desastre con sus veredictos y despojó a Rosario Central no sólo de los tres puntos sino que también le diezmó el plantel con tarjetas rojas y amarillas.
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