Con rabia y con orgullo propio, los estudiantes universitarios salieron a la calle para repudiar el feroz ataque contra Susana Abalo, acompañados por militantes de agrupaciones sociales, políticas y de derechos humanos. Cerca de un millar de manifestantes dieron forma a un emotivo acto en la puerta de entrada de la Facultad de Derecho, para luego marchar frente a la sede de la Gobernación y trasladar su reclamo hasta Sarmiento y 9 de Julio, en solidaridad con los estudiantes que tomaron el ex sanatorio Rawson. El denominador común de la protesta fueron las insistentes críticas contra el gobierno santafesino, enfocadas principalmente en el secretario de Seguridad, Enrique Alvarez.
"Como a los nazis les va a pasar; adonde vayan, los iremos a buscar", repitieron una y otra vez, en un cántico convertido en un clásico de escraches y protestas de organizaciones de derechos humanos y agrupaciones de izquierda. Sin embargo, el rasgo distintivo de la marcha de ayer fue la gran cantidad de estudiantes sin banderías políticas, que parecieron interpretar el atentado perpetrado en sus propias narices como una vejación dirigida a ellos mismos.
Con el sonido de bombos como música de fondo, los distintos oradores del acto emprendieron directamente contra el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, y el gobernador Carlos Reutemann, quienes se llevaron insultos y silbidos de la concurrencia. Pero la sola mención de Enrique Alvarez promovió una catarata de expresiones de repudio.
Por el improvisado escenario en las escalinatas de la Facultad de Derecho (y, más tarde, frente al ex sanatorio Rawson) pasaron compañeros de Abalo, representantes estudiantiles y gremiales, y Mabel Ruiz, madre de Maximiliano Kosteki, uno de los piqueteros asesinados en puente Pueyrredón hace más de tres meses. Luego de cada discurso, los manifestantes aplaudieron todas la adhesiones al acto.
Palos contra Borgonovo
"Esta convocatoria demuestra que estos hechos aberrantes no nos van a amedrentar. Los estudiantes de Derecho y todos los ciudadanos están pidiendo justicia", se escuchó, para dar paso a las palabras de otros estudiantes. "Luego del primer ataque, Borgonovo había garantizado seguridad", leyeron, lo que provocó el abucheo de los manifestantes, al igual que el pedido de remoción del secretario de Seguridad de la provincia.
Tras la lectura de la resolución firmada por el decano de la Facultad de Derecho, Ernesto Granados, un compañero de Abalo en la Comunidad Cristiana Mensajeros de Jesús destacó: "¿A quién le molesta este mensaje evangélico? No somos dueños de la verdad, pero proclamamos un mundo en donde vivan todos los mundos, como dijo Pocho Lepratti". También exigió "que el ministro Borgonovo renuncie si no tiene la capacidad de realizar una investigación seria".
Luego fue el turno de la madre de Kosteki, quien casualmente se encontraba de paso por Rosario. "Nos quieren hacer vivir la represión de los años setenta. Si hubiesen enjuiciado a los asesinos de la última dictadura, si no los hubiesen soltado, hoy podríamos vivir mucho más en paz", señaló, para pedirle a los manifestantes que "sigan luchando en paz, sin armas, para sacar a este gobierno represor".
Junto a un importante número de uniformados, la multitud marchó hasta Sarmiento y 9 de Julio, donde continuó el acto en repudio al ataque contra Abalo pero aprovechando también para solidarizarse con los estudiantes que tomaron el ex sanatorio.