Con mucho más corazón y actitud que buen juego y sobreponiéndose a la lesión de Emanuel Ginóbili en el segundo cuarto, el seleccionado argentino de básquetbol superó a Alemania por 86 a 80 y esta tarde, desde las 17, jugará la final del 14º Campeonato Mundial ante Yugoslavia.
Argentina, que llegó al Mundial con el objetivo de estar entre los seis mejores, está cumpliendo una actuación histórica al alcanzar la final, puesto que al menos tiene asegurada la presea de plata.
No obstante, es muy difícil que esta tarde el técnico Rubén Magnano pueda contar con el bahiense Emanuel Ginóbili, ya que tras la lesión no pudo volver a ingresar y se lo vio caminando con dificultad.
El comienzo el encuentro estuvo muy deslucido por la enorme cantidad de errores de ambos seleccionados que se muy mostraron imprecisos, seguramente fruto de los nervios por la importancia del compromiso.
Pese a los errores, de a poco los equipos se fueron acomodando en el partido y fue Argentina el que con los puntos de Emanuel Ginóbili y la excelente defensa de Rubén Wolkowyski sobre la estrella alemana Dirk Nowitzki comenzó a mandar en el tanteador.
El conjunto dirigido por Magnano se colocó 13-9 arriba y después cerró el cuarto 16-11, aunque nunca pudo anotar con facilidad, fruto de la buena defensa germana y de los malos porcentajes del equipo.
En el segundo cuarto, Argentina ajustó la defensa, apretó la salida para ensuciar el traslado, con lo que logró forzar muchos errores que le permitieron correr el contraataque.
Pero era en el ataque fijo donde el seleccionado argentino tenía los mayores problemas, sólo algunos chispazos del capitán Hugo Sconochini desequilibraban la sólida y ordenada defensa alemana.
Sin embargo, cuando los alemanes se cerraron aún más en defensa se empezó a sentir el escaso aporte ofensivo de los internos.
Alemania, con la potencia de Nowitzki, que pese a ser marcado notablemente por Wolkowyski siempre se las ingenió para sumar puntos y rebotes, y la alta eficacia del ala-pivote de origen nigeriano, Ademola Okulaja comenzó a equiparar las acciones (igualó en 22) para luego pasar al frente (26-22).
Para colmo en el ataque posterior Ginóbili convirtió un triple con marca encima y al caer se lesionó su tobillo derecho, por lo que debió irse al vestuario para ser atendido por el médico Horacio Pila.
De ahí en más los europeos aprovecharon el desconcierto argentino por la salida de Ginóbili y continuaron anotando, está vez apareció el veloz base Mithat Demirel, para irse ocho arriba (34-26).
El ingreso de Leandro Palladino sumado a la entrega de Andrés Nocioni le permitió al seleccionado nacional irse al descanso sólo seis puntos abajo (36-41), pese a haber jugado en un muy bajo nivel.
En el tercer segmento Argentina, pese a sentir el golpe anímico por la lesión de Ginóbili, cambió notablemente su actitud y con mucho corazón equiparó el partido.
El oportuno ingreso de Gabriel Fernández, quien se fajó con Nowitzki y aportó puntos importantes, más la aparición en el partido de Fabricio Oberto permitió que Argentina descontara e inclusive pasara al frente (49-48).
No obstante, una ráfaga de Nowitzki dejó a los alemanes arriba nuevamente por seis.
En el último período Argentina sacó a relucir los pilares de su juego: solidaridad, actitud e inteligencia. A partir de esto el equipo nacional comenzó a rotar inteligentemente el balón para buscar las mejores opciones y con un efectivo Oberto mantuvo la paridad hasta el final.
A tres minutos del epílogo los alemanes marchaban tres arriba (74-71), pero un triple de Alejandro Montecchia empató el partido.
Increíblemente los jugadores alemanes, efectivos y activos durante la mayor parte del partido, desaparecieron y dejaron sólo a su estrella.
Nowitzki falló dos tiros (lanzó sumamente incómodo por la asfixiante defensa argentina) y, con el rebote en su poder, el seleccionado argentino pudo despegar en el tanteador con otro triple de Montecchia y un doble de Wolkowyski.
Con una excelente defensa y mucho corazón Argentina cerró el juego con tranquilidad para meterse en la definición de un torneo por segunda vez en su historia.
Argentina buscará la gloria, seguramente sin Ginóbili, pero el grupo ya demostró que puede recuperarse a cualquier golpe, por lo que con una medalla asegurada la selección sube la apuesta e irá por el título para tratar de emular al equipo que ganó el primer Mundial en el Luna Park hace 52 años. (Télam)
Síntesis
Argentina 88: Sánchez 3, Sconochini 18, Ginóbili 9, Wolkowyski 4, Oberto 16, Scola 7, Nocioni 7, Montecchia 10, Palladino 9, Victoriano 0 y Fernández 3. DT: R. Magnano.
\Alemania 80: Demirel 17, Garris 0, Nowitzki 24, Okulaja 18, Femerling 3, Nikagbatse 0, Pesic 10, Arigbabu 0, Rodl 2 y Lutcke 6. DT: H. Dikmatt.
\Estadio: Conseco Fieldhouse.
\Arbitros: I. Rems (Eslovenia) y R. Santos (Brasil).
\Parciales: 15-11, 36-41, 59-62.
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