El PJ consumó ayer su voracidad de poder. Los nuevos senadores nacionales juraron en una sesión de alto contenido político e institucional, durante la cual fue designado el justicialista Ramón Puerta como presidente provisional del cuerpo ante la ausencia de los legisladores radicales, quienes vieron en esa maniobra "un golpe institucional" urdido por el peronismo (ver página 13).
En su discurso inicial como primer hombre en la línea de sucesión del presidente de la Nación, Puerta envió un mensaje tranquilizador para el gobierno al asegurar que el justicialismo "no tiene pensado cogobernar" y que "no podría complicar" la gestión de Fernando de la Rúa, "a quien el PJ ayudó y a quien seguirá ayudando".
"El conjunto del país tiene a nuestro partido como el garante de las instituciones", ratificó el senador misionero y completó la idea al asegurar que "todos trabajaremos para que De la Rúa termine su mandato en el 2003".
De este modo, buscó aventar cualquier tipo de sospechas sobre posibles efectos institucionales de su asunción, ya que se trata de la primera vez desde 1919 que ese cargo es ocupado por un representante de un partido no oficialista.
Junto con Puerta asumieron el cordobés delasotista Juan Carlos Maqueda, como vicepresidente del cuerpo, y el representante del Movimiento Popular Neuquino (MPN) Pedro Salvatori, como vicepresidente segundo.
El cargo de vicepresidente primero quedó vacante a la espera de que sea completado por el radicalismo, que se retiró en su conjunto al momento de designar las autoridades.
La sesión preparatoria estuvo dividida en dos partes claramente definidas: una de carácter más formal durante la cual juraron 68 de los 72 miembros de la Cámara alta, cuyos mandatos se inician el 10 de diciembre; y una segunda, más sesgadamente política, en la cual el justicialismo impuso su mayoría para designar las autoridades en un clima casi partidario.
Los únicos senadores electos que no juraron fueron Raúl Alfonsín (Buenos Aires-UCR), Alfredo Bravo (Capital Federal- ARI), Carlos Juárez (Santiago del Estero-PJ) y José Zavalía (Santiago del Estero-PJ).
Según fuentes cercanas a Alfonsín, el ex presidente estuvo ausente porque no estaba de acuerdo con jurar con un título que no estaba formalmente en condiciones, ya que el escrutinio provisorio en la provincia de Buenos Aires está demorado por inconvenientes en la elección de diputados y concejales.
Bravo no pudo participar porque el partido de Gustavo Beliz (Nuevo País) impugnó el resultado electoral de la Capital Federal, Juárez porque no tendría previsto ocupar su banca y Zavalía porque asumiría más en el futuro próximo (ver página 13).
Entre los senadores más conocidos que juraron, además de los santafesinos Oscar Lamberto, Roxana Latorre y Horacio Usandizaga, se encontraban Eduardo Duhalde, Luis Barrionuevo, Rodolfo Terragno, Raúl Baglini, Mario Losada, Carlos Maestro, Eduardo Menem, Jorge Busti, José Gioja, Jorge Yoma, Carlos Verna y Cristina de Kirchner.
Por propuesta del justicialismo, la sesión estuvo presidida por la senadora de San Luis, Liliana Negre de Alonso, como representante de las 25 mujeres que fueron elegidas en virtud de la aplicación del cupo femenino, por primera vez en la Cámara alta.
Balconeando
En el centro del recinto estuvieron los gobernadores justicialistas José de la Sota, Adolfo Rodríguez Saá, Néstor Kirchner, Rubén Marín, Carlos Romero, Angel Maza, Julio Miranda y Carlos Manfredotti; y los radicales Roberto Iglesias, Pablo Verani y Juan Lizurume.
Junto a ellos también dieron el presente los líderes de las dos CGT, Rodolfo Daer y Hugo Moyano, el ex senador José Bordón, y un numeroso grupo de legisladores cuyos mandatos vencen el próximo 10 de diciembre.
Carlos Ruckauf no asistió al festejo pero apoyo la designación de Puerta. El gobernador bonaerense resaltó la designación del legislador misionero porque "su capacidad de gestión lo diferencia de cualquier radical". En ese marco, Ruckauf confesó que "pensar en darle esa responsabilidad al ex presidente Raúl Alfonsín me da escalofríos".
El retiro
Una vez que juraron todos los senadores, el bloque radical se retiró de sus bancas y sólo quedaron en el recinto los justicialistas, los representantes de partidos provinciales y la frepasista Vilma Ibarra.
Gioja hizo entonces una encendida defensa de la decisión de nombrar a un justicialista en la presidencia provisional, amparado "en el artículo 58 de la Constitución y en el reglamento de la Cámara", así como "en el principio de la división de poderes" y "en la mayoría que ostenta nuestro partido en el Senado".
Antes de que se desatara el festejo justicialista, sólo quedó el pedido de abstención del liberal correntino Lázaro Chiappe por "preferir que el cargo quede en manos de un hombre del oficialismo".
Después, en medio de un clima de algarabía, y con el acompañamiento de la histórica Marcha Peronista, la oposición se adueñó del recinto y de la sesión para ubicar a Puerta como virtual vicepresidente de la Nación.