A bordo del USS Peleliu, mar Arábigo. - Los infantes de marina de Estados Unidos irrumpieron ayer en el patio trasero del Talibán, estableciendo una cabeza de puente en el sur afgano para llevar la guerra contra Osama Bin Laden y sus protectores a una nueva fase crucial.
Un millar de soldados transportados por helicóptero durante la noche desde la nave de asalto anfibio USS Peleliu tomaron una pista de aterrizaje cerca de Kandahar, a escasa distancia de la ciudad sede espiritual y último reducto del Talibán. Se estima que durante la jornada de ayer el número de marines en las cercanías de Kandahar llegaría a 2.000.
"Vamos a apoyar el esfuerzo del pueblo afgano para liberarse de los terroristas y de la gente que apoya a los terroristas", afirmó el general James Mattis a bordo del USS Peleliu, el buque de asalto de los marines en el mar Arábigo.
Estados Unidos planeaba destacar hasta 2.000 marines, con vehículos blindados y suministros, en una muestra de su resolución de atrapar a Bin Laden, a quien culpa de los ataques del 11 de septiembre con aviones secuestrados en Nueva York y Washington que dejaron unos 4.000 muertos.
Los estadounidenses están persiguiendo a Bin Laden con operaciones terrestres, aviones no tripulados y tecnología de detección a distancia.
Estaría en Kandahar
Estados Unidos y la Alianza del Norte sospechan que Bin Laden todavía está en la reducida área de Kandahar, la única región que queda bajo el control del Talibán, después que el movimiento integrista islámico perdió la ciudad de Kunduz, en el norte. Pero aún se mantenía el misterio acerca del paradero exacto del hombre por cuya cabeza Washington ha ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares, y de su anfitrión, el líder supremo del Talibán, el mulá Mohammad Omar.
Según la agencia Prensa Islámica Afgana (AIP), vecina al Talibán, este proclamó que combatirá a las fuerzas de Estados Unidos hasta la muerte y dijo que Omar estaba todavía en su bastión de Kandahar.
"Hemos decidido combatir a las fuerzas estadounidenses hasta el último suspiro", dijo el portavoz del Talibán Maulvi Abdullah, en declaraciones citadas por AIP.
La resistencia del movimiento integrista ex gobernante se desvaneció por todo el país salvo Kandahar. Helicópteros y aviones artillados AC-130 y cazas también bombardearon blancos en Kandahar durante la noche del domingo y la mañana de ayer, pero testigos dijeron que el Talibán mantenía el control de la ciudad. "No hay señales aparentes de se estén retirando, pero los combatientes del Talibán están aquí en números muy escasos", aseguró un testigo desde la sitiada ciudad.
En Kandahar, ciudad desde la cual el mullá Omar lanzó su campaña para derrocar el gobierno de Afganistán hace siete años -con amplio apoyo militar de Pakistán y dinero de Arabia Saudita- , los ansiosos habitantes temían que miles de soldados del Talibán y sus compañeros de armas extranjeros, que no tienen adónde huir, ofrecieran una sangrienta resistencia final al inminente asalto de sus enemigos. La ciudad resultaría pulverizada por los combates.(Reuters)