Kalanjagui. - Unos 600 milicianos extranjeros, que fueron capturados en Kunduz, murieron en la represión de la rebelión del domingo en la prisión de Qalai Jangui, a las afueras de Mazar-i-Sharif, pero aún quedan prisioneros que resisten, dijo un comandante de la Alianza del Norte, Shujan Uddin. Esta información fue suministrada por Olim Razm, consejero político del general uzbeko Abdul Rashid Dostum, comandante militar de la Alianza del Norte, que tomó la ciudad de manos de los talibanes.
La revuelta estalló el domingo, iniciada por los prisioneros, todos milicianos talibanes que el sábado se rindieron en Kunduz. La mayoría de los prisioneros eran extranjeros (árabes, paquistaníes y chechenos), muchos de los cuales se supone que integraban la organización terrorista Al Qaeda de Osama Bin Laden.
En las primeras horas de la tarde de ayer (hora local), llegó a la prisión un tanque de la Alianza del Norte que disparó contra la fortaleza bajo el control del general de etnia uzbeka Abdul Rashid Dostum. Disparos de mortero y ráfagas de kalashnikov respondieron desde el interior del recinto, mientras unos quinientos soldados de la Alianza rodeaban la gran prisión, pegada a una montaña.
Por lo menos 14.000 milicianos talibanes, entre ellos varios paquistaníes, árabes o chechenos, fueron capturados por la Alianza del Norte en las últimas horas en Kunduz, dijo uno de sus comandantes a la agencia iraní Irna. El general Abdul Vadud, representante del presidente de la Alianza, Burhanuddin Rabbani, en Tayikistán, dijo a Irna que en el momento del ingreso de las fuerzas anti-talibán a la ciudad muchos combatientes extranjeros huyeron a otra localidad.
Los extranjeros que luchaban junto a los talibanes, agregó Vadud, se fueron a la localidad de Chahardarreh, unos tres kilómetros al este de Kunduz, y las fuerzas de la Alianza "tienen bajo control sus movimientos".
En Kunduz, hubo festejos tras el ingreso de las fuerzas de la Alianza del Norte luego de varios días de un cerco sobre el último reducto talibán en el norte afgano. "Hemos capturado Kunduz y ya no hay combates", explicó el portavoz de la Alianza, Alauddin, en una comunicación por teléfono satelital desde la localidad de Arganak, al oeste de Kunduz.
Por su parte, soldados de la Alianza afirmaron que ocho de los suyos murieron por una bomba lanzada desde un aparato estadounidense que cayó por error en uno de sus tanques, cuando intentaban reprimir la rebelión. En tanto, delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) estudian la forma de entrar a la cárcel de Qalai Jangui, a las afueras de Mazar-i-Sharif, para recuperar los cadáveres de los cientos de prisioneros muertos durante la represión de la rebelión.
La vocera del Cicr para Asia, Macarena Aguilar, explicó que las autoridades de Mazar-i-Sharif pidieron al Comité que se haga cargo de la recuperación de los cadáveres y de su entierro, aunque en estos momentos se está negociando de qué forma se va a realizar el operativo y cuándo.
En tanto, los talibanes abandonaron el domingo por la noche sus posiciones en la frontera con Pakistán, a tres horas de su bastión de Kandahar, último bastión de las milicias fundamentalistas. Diversas fuentes informaron que decenas de vehículos pick-up, el medio preferido de los estudiantes de teología, abandonaron la ciudad de Spin Boldak con destino al desierto, hacia el sur. (Télam, Ansa y Reuters)