Washington. - La retirada talibán ofrece esperanzas para las oprimidas mujeres afganas y podría marcar un giro en la historia del país musulmán si pone fin al deterioro de los derechos femeninos. Pero el avance de la opositora Alianza del Norte presenta nuevos peligros para las mujeres afganas que intentan liberarse de la herencia de opresión dejada por el movimiento integrista islámico, afirmaron. Grupos defensores de los derechos de la mujer en todo el mundo han condenado al movimiento talibán, que impuso una versión purista del Islam que se convirtió en uno de los regímenes más represivos de la historia, según los analistas políticos. La versión del Islam visto por los talibanes prohíbe a las mujeres trabajar, asistir a la escuela y hasta salir de sus casas en la mayoría de las circunstancias. En los lugares bajo régimen talibán, las mujeres y niñas afganas tienen prohibido asistir a hospitales y ser consultadas en sus hogares por médicos varones, al tiempo que no se les permite estudiar medicina o ejercer la profesión a graduadas bajo otros gobiernos, lo que hace prácticamente imposible que reciban atención médica. La reacción de las defensoras de los derechos de la mujer a los avances de la Alianza del Norte sobre Kabul y otras ciudades oscilaron desde optimismo cauteloso hasta júbilo. "Pienso que es un avance que los talibanes se hallen en franca retirada, pero opino que es aún muy precario y que la comunidad internacional debe establecer un gobierno de base amplia que restaure los derechos de las mujeres", dijo la presidenta de la Feminist Majority Foundation (FMF), Eleanor Smeal. "Estos días próximos serán cruciales para el futuro de las mujeres en Afganistán", agregó. (Reuters)
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