José María Petunchi
Siempre una victoria otorga derechos y permite mirar las cosas desde otra perspectiva. Pero al margen del aspecto numérico, el triunfo que Newell's obtuvo ante Independiente tiene un valor agregado: el de volver a creer en sus propias fuerzas. Porque después del comienzo arrollador que tuvo ante Banfield y del sabor amargo que le dejó el empate de Vélez, el cotejo ante los rojos era una buena medida como para empezar a bosquejar cuál es el papel que el comienzo del torneo le tiene reservado a este equipo del debutante Llop. Y el veredicto que arroja su primera excursión a Avellaneda es que este equipo exige atención, que va a dar pelea y con lo hecho hasta ahora mostró que se ganó el respeto. Que no es un rival para subestimar y que pese a no tener un repertorio variado está en condiciones de complicarle la vida al más pintado. Ahora bien, hecha esta aclaración, vale la pena puntualizar aciertos y defectos. Entre los primeros hay que destacar los buenos trabajos de Palos, Crosa, Ponzio, Rodríguez y Pavlovich, quien desde que ha tenido la confianza absoluta del Chocho ha evolucionado de manera sorprendente. También se puede mencionar la buena recuperación de pelota, la dinámica del equipo, el cuidado del balón, la valentía para salir a jugarle de igual a igual a Independiente en su casa, y el aprovechamiento integral de las pelotas paradas, entre otros aspectos. Pero si Llop pretende que su equipo se mantenga en una posición expectante tendrá que hacer hincapié en el sector defensivo, donde siguen existiendo algunas desconcentraciones (dos yerros le pudieron costar el empate el martes). El otro aspecto a mejorar es que no puede dilapidar las contras que tiene. Pasó el partido más exigente que debieron afrontar los rojinegros en esta nueva etapa, y el saldo es favorable. Además al cabo de las primeras tres fechas el equipo está invicto y en una posición expectante en la tabla. Muchos podrán decir que es apresurado hacer una análisis a esta altura en que el torneo recién se inicia y razón no les falta. Pero después de largos períodos de vacas flacas y de deambular por la mitad de la tabla, el hincha de Newell's parece tener con este proceso algunos argumentos como para sentirse satisfecho y tranquilo a la vez con su equipo.
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