Que el fútbol atraviesa, desde todos los puntos de vista, un momento delicado no es ninguna novedad, y la palabra, por trayectoria, experiencia y sinnúmero de cosas más, de Federico Vairo no desentona con el común denominador de las opiniones que circulan en el mundillo futbolístico. Con respecto a cómo está el fútbol hoy en día, Vairo sentenció que "es un tema muy complejo, pero la verdad es que no lo veo bien. Creo que ha desaparecido la picardía, la esencia. Lo que pasa es que el fútbol es parte de la sociedad y de la vida, que también tienen que cambiar, pero este deporte siempre se situó en el costado lírico y todo eso fue desapareciendo, tal vez por el dinero o por cómo es la vida misma. Ahora parece que sólo se trata de sacar ventaja y pienso así porque trabajo en la formación del chico. Hoy en día todo el mundo piensa en el dinero, en los representante a los quince años y esto no va con el fútbol. Después se ven las consecuencias, donde hay cada vez más autómatas. No hay jugadores que diviertan a la gente". -¿Hay muchos intereses de por medio? -Seguro. A muchos chicos que nacieron con el talento, que es innato, los van transformando los distintos intereses. Yo hablo siempre desde el lado de las divisiones inferiores porque es allí donde tenemos que apuntar, pero es difícil porque uno ve que están los padres colgados en el alambrado, están los representantes. Hay presiones por todos lados. Uno lo entiende, pero no lo puede aceptar. Hay que formarse divirtiéndose. -¿Cada vez es más difícil encontrar referentes del buen fútbol? -Creo que sí. Cuando un chico recién se inicia en el fútbol, más allá de las conversaciones con el técnico, siempre tiene un espejo, alguien a quien imitar, pero esos espejos van desapareciendo. Es muy difícil cambiar el fútbol porque hay intereses que no tienen nada que ver con esa formación. -Desde ese punto de vista es como que al chico nunca se lo deja explotar. -Por supuesto, especialmente el talentoso. Hoy resulta que cuando el habilidoso hace una pausa para dar un pase enseguidad le gritan morfón, largá la pelota. No lo dejan realizarse y entonces desaparece el fútbol. -Pero dentro de los que reciben presiones también están los chicos que juegan en otros puestos. -En este juego entran todos, y todos piensan en salvarse. Esta es cosa de la sociedad, pero el fútbol es lírico, el tema está en ver si se acepta o no.
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