El libro retrata con humor a la nueva clase triunfadora de la última década "BoBos en el paraíso" o el dulce encanto de la nueva burguesía La obra de David Brooks editado por Grijalbo descubre al grupo que sucedió a los yuppies retomando algunas pautas del look hippy | | Rebeldes y conservadores, contraculturales y tradicionales, bohemios y burgueses. De la unión de este sucesivo par nacen los Bobos, «Bourgeois» y «Bohemians». El ejemplar Bobo, emergido en los años noventa, es un híbrido en el que se mezcla la desobediencia de los años sesenta con la ambición de los ochenta. O bien, el Bobo es una mixtura entre el hippy y el yuppy, un alto profesional que no quiere concederle importancia al dinero ni a su ostentación, al contrario de los yuppies que se complacían en la exhibición de marcas y la proclamación de sus conquistas de lujo. El Bobo, una década después de los yuppies, es un producto tanto norteamericano com, español acomodado económicamente pero más trufado de rebeldía espiritual. Como dice el autor incluyéndose en el grupo: "Somos gente adinerada pero que tratamos de no convertirnos en seres materialistas". | | Angélica Gorodischer: "Estoy aprendiendo a ser libre" En la Semana Negra de Gijón la escritora de Rosario habló de sus incursiones en géneros distintos del fantástico | |
| Gorodischer se refirió a sus escritos de literatura erótica. |
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Más allá de los tópicos sobre géneros, la escritora argentina Angélica Gorodischer, cuya obra más conocida se ha centrado en el campo de lo fantástico, cree que con su obra intenta "organizar el mundo de otra manera", según explicó en el encuentro Semana Negra de Gijón, España. "En el fondo, lo que me ocurre es que no creo en el realismo. Me parece que en cualquier obra hay un factor de invención, una dosis de imaginación que es tal vez un noventa y cinco por ciento del relato", dijo... | | Una novela sobre Cecilia Bolocco Argentina, la hora de los brokers "La divina Cecilia" convierte a la esposa de Carlos Menem en una ficción clave para entender la Argentina | |
| Para Gilbert, Cecilia es signo de una realidad perversa. |
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-Dulcito. Menem no respondía. Su cabeza descansaba sobre la almohada como una boya en un mar de plumas. -Du-ul... La sábana lo cubría a medias. La mano derecha cruzaba el cuerpo y lo embanderaba. El anillo de oro relucía con todos los quilates. Un pie quería escaparse de la cama. Se notaba la reciente acción de la pedicura. Un pie llamativamente pequeño: no coincidía con el tamaño de la cabeza ni del cuerpo. El espejo convexo del techo remarcaba el desequilibrio fisonómico, la proporción transgredida. | |
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