El Senado aprobó anoche a las 0.15 en general la primera parte del proyecto de la ley de competitividad, que crea un impuesto sobre las cuentas corrientes y obliga a pagar con cheques las operaciones comerciales en efectivo superiores a mil pesos. La sesión abrió luego de la votación un cuarto intermedio hasta hoy a las 11, cuando seguirá tratando el proyecto en particular. De acuerdo a los cálculos de algunos especialistas, el gobierno podría hacerse de ingresos por 16 mil millones de dólares anuales con la puesta en vigencia de esta norma. La iniciativa, que cuenta con el visto bueno de la mayoría justicialista, fue desglosada en dos partes y se derivó para las próximas horas la discusión sobre la cesión de facultades legislativas al Poder Ejecutivo, que sería debatida en primer término por la Cámara baja. La sesión comenzó pasadas las 17 con un debate que no sólo se centró en la iniciativa puesta en consideración, sino también en un eje clave del proyecto original como lo es la delegación de facultades legislativas. La iniciativa analizada por los senadores crea un impuesto de hasta un 6 por mil a aplicar sobre los débitos y créditos en cuentas corrientes bancarias, con excepción de las cuentas correspondientes al Estado nacional, misiones diplomáticas y las entidades reconocidas como exentas por la DGI. La recaudación de este impuesto queda afectada a la creación de un Fondo de Emergencia Pública que administrará el Poder Ejecutivo con destino a la preservación del crédito público y la recuperación de la competitividad de la economía. Además, prohíbe pagar en efectivo las operaciones superiores a mil pesos y se eliminan las sanciones que disponía el Banco Central contra los cuentacorrentistas, "en particular de inhabilitación", por el libramiento de cheques comunes o de pago diferido sin fondos o por la falta de registración de cheques diferidos. A pedido del PJ, se incorporó en Diputados un artículo que establece que se garantizará los fondos con asignación específica, como el subsidio al tabaco, al gas y a las naftas patagónicas y acuerdos especiales que deberán cumplirse tal cual fueron pactados entre las partes. El miembro informante del oficialismo, el radical Juan Carlos Altuna, señaló que "hablar de gravámenes no nos hace felices, pero igualmente debemos considerar este proyecto de ley, que es una herramienta fiscal que el gobierno necesita en muy breve plazo". Con una postura más crítica, el bonaerense Leopoldo Moreau dijo que "el gobierno y el justicialismo estuvieron mezquinos en la conformación de este denominado gobierno de unidad nacional". "Somos conscientes de la crisis que vive la Argentina y por eso esta Cámara da una respuesta en menos de 24 horas sobre el problema de liquidez de caja que tiene el país, aunque mis números sobre la posible recaudación no coinciden con los del senador Altuna", agregó. Por su parte, el justicialista pampeano Carlos Verna manifestó: "Los peronistas somos los senadores de la oposición: no cogobernamos, no tenemos responsabilidades de gobierno, pero somos la mayoría y vamos a ayudar a que se sancione esta ley que el país necesita" El senador justicialista reflejó "la voluntad de trabajo que tiene el partido" y remarcó que "el proyecto ingresó al Senado hoy a las 12.45 y la Cámara lo empezó a tratar cuatro horas y media después". Promediando la sesión, el ministro Cavallo, le solicitó a los senadores de la Alianza y del justicialismo que voten antes del próximo lunes el proyecto que otorga facultades especiales para el Poder Ejecutivo, incluidas en la ley de competitividad. Cavallo, junto al vicejefe de Gabinete, Armando Caro Figueroa, se reunió en el despacho del presidente provisional del Senado, Mario Losada, con el presidente del bloque radical, Jorge Agúndez, y con los peronistas José Luis Gioja, Eduardo Bauzá, Carlos De la Rosa y Carlos Verna. Además, tanto Losada como Agúndez recibieron llamados telefónicos del presidente De la Rúa, y del titular del radicalismo, Raúl Alfonsín. Tras la reunión con Cavallo, Losada y el presidente de la Cámara baja, Rafael Pascual, acordaron que senadores y diputados del radicalismo y del PJ se reúnan para tratar de consensuar el texto que sería aprobado entre hoy y mañana.
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